Capítulo 21: Sintomas

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Habían transcurrido 3 semanas desde aquel acontecimiento y Naruto seguía demostrando la misma alegría por toda la aldea, era indudable para todos aquellos que se topaban en su camino ver la efusividad que emanaba su ser pues recibían una cordial sonrisa y un abrazo del Hokage.

Por otra parte, una chica de lindos ojos aperlados y cabellera azul, apenas si pudo llegar a la oficina pues desde que se levanto tenía náuseas y mareos. Decidió ir al baño antes de que llegará Naruto para echarse un poco de agua en la cara, agarro una pequeña toalla que se encontraba justo a un lado del lavamanos y seco su rostro; vaya que se veía bastante pálida. Por un instante pensó que algo de lo que comió no le hizo buena digestión, pero ella sabía que no podía irse a descansar pues tenían bastante trabajo.

Se dijo así misma "Tú puedes Hinata", salió del baño y camino firme hasta su asiento en definitiva ese no era su día.

De repente llegó un rubio muy contento que al ver a su amada sentía que su corazón palpitaba fuertemente.

Naruto: ¿Cómo estás bonita? (dándole un ligero beso en la frente)

Hinata: Me encuentro bien. (dijo sonriendo)

El rubio observo lo pálida que se veía la joven, para él era claro que le pasaba algo.

Naruto: ¿Segura? Yo te veo algo pálida Hina. Quizás deberías de descansar un poco.

Hinata: Estoy bien Naruto-kun, no te preocupes.

Naruto: Enserio Hina si estás mal puedes decirme.

La cara de aquel hombre reflejaba preocupación. Por más que ella le dijera que se encontraba excelente, él sabía que no era así la conocía como la palma de su mano.

Naruto: No puedo permitir que estés aquí. Es mejor que vayas a tu casa y descanses.

Hinata le dedico una débil sonrisa a Naruto para que no se preocupara, en ese momento el rubio agarro la mejilla de la joven. Si tan sólo supiera que para él era lo más preciado que podía tener le diría la verdad.

Naruto: ¡Por favor Hinata! No seas tan necia, yo no pienso permitir que trabajes en ese estado.

La mirada del joven imploraba que ella accediera a su petición por lo que solamente oyó  un ligero suspiro.

Hinata: Esta bien Naruto-kun; pero prométeme que si necesitas algo, lo que sea mandarás a una persona para que vaya a decirme y yo vendré rápidamente.

Naruto: Por supuesto. No lo dudes.

Él le dio un tierno y delicado beso. Enseguida Hinata se levantó de su asiento, agarro sus cosas y se fue para el departamento.

*****

Cuando abrió los ojos, se percató de que ya había oscurecido, recorrió la cortina y contemplo la luna, ¿Cómo era posible que durmiera tanto? Y lo peor de todo es que tenía mucho sueño.

Escucho como alguien tocaba la puerta e inmediatamente fue abrir; mirando así a una pelirosa preocupada.

Sakura: Hinata... el muy imbécil de Naruto me dijo hace un momento que estabas enferma. Hubieras ido al hospital y ahí te hubiera revisado.

La peliazul solamente sonrió un poco para que su amiga no se preocupará.

Hinata: Estoy bien Sakura-san, no tienes por qué preocuparte.

La chica de cabello rosado comenzó a revisar a Hinata, preguntándole cuáles eran sus síntomas y por medio de su chakra fue que dedujo lo que realmente ocurría.

Sakura: ¡Muy bien Hinata! (esbozo una pequeña sonrisa) te voy a realizar una pregunta y me tienes que responder con toda la sinceridad del mundo.

Por un momento la peliazul miraba a Sakura cómo si no comprendiera lo que ocurría, pero aún así asintió con la cabeza.

Sakura: Naruto y tú han... (A pesar de que eran amigas, la joven sentía algo de vergüenza por lo iba a preguntar) ¿Cuándo fue la ultima vez que tuviste relaciones sexuales con Naruto?

Ambas mujeres tenían completamente la cara roja, cuando la pelirosa termino la pregunta.

Hinata: (dio un leve suspiro) Aproximadamente, como tres semanas.

Sakura: No te estoy regañando Hinata, habíamos quedado que los dos se esperarían hasta la boda.

Hinata: (Mirando a su amiga fijamente) Sakura-san, ustedes fueron quienes decidieron. Ni Naruto-kun, ni yo tuvimos la oportunidad para hablar acerca de lo que queríamos.

Sakura miro a Hinata, cuando dos personas se aman lo que más desean es estar juntos para siempre, no importa quienes se los impidan. Como deseaba que Sasuke estuviera en ese momento a su lado.

Sakura: Lo siento Hinata, creo que nadie se preocupo por lo que ustedes sentían, sólo pensábamos en la reputación del Hokage. (La chica hizo una larga pausa) Sabes... tengo un poco de envidia por lo que tienen Naruto y tú, ambos son tan felices y yo.

Por más que evito llorar la joven no pudo contener las lágrimas y Hinata se arrimó para abrazarla.

Hinata: Sakura-san, si Sasuke-kun no valora lo increíble que eres, alguien más lo hará. Eres muy hermosa y se que tendrás a tu lado a un hombre que te haga muy feliz.

Sakura: Tienes razón, no vale la pena llorar tanto por Sasuke-kun (Hizo una pausa para después secar sus lágrimas). Bueno y cambiando de tema; ahora entiendo porque Naruto estaba tan contento en estos últimos días.

Las dos comenzaron a reír.

Sakura: De todas maneras, mañana tienes que ir al hospital para comprobar mis sospechas.

****

Se encontraba parada frente a Naruto, quizás estaba muy nerviosa, debía tener el valor suficiente para darle la noticia al rubio.

De repente una voz interrumpió sus pensamientos.

Naruto: Entonces Hina, ¿Qué te dijo Sakura-chan?

Hinata: Pues... Es que... Tú... y... Yo

Los nervios invadían a la chica.

Naruto: ¡Vamos Hina! No me asustes.

Dijo aquel hombre con cara de preocupación.

Por su parte Hinata tomo una bocanada de aire, para hablar lo más fuerte posible.

Hinata: ¡Estoy embarazada!

Naruto: ¿QUÉ? (dijo sorprendido)

Hinata: Que vamos a ser papás Naruto-kun.

En ese instante la joven sintió como unos brazos fuertes la cargaban y después Naruto le dio un tierno beso.
Entonces, el rubio dejo que los pies de Hinata sintieran nuevamente el suelo y sin esperarse salió por toda la aldea gritando "¡SOY EL HOMBRE MÁS FELIZ DEL MUNDO!".
En definitiva, debió esperar hasta en la noche para contarle, como le dijo Sakura.

La amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora