✧Oh Joy, No De nuevo.✧ 【segunda temp. de "Y si yo..."】

Final.

¿Hola?

¿Puedes oírme?

¿Ho~la?

¡Ah! Ahí estás.
Por fin despiertas, ¿eh?
Ha pasado un tiempo.
No sabes lo mucho qué te extrañé.

La albina estaba hablando al fin con Joy, quién después de un año, al fin estaba despertando.

-¿Cómo estuvo la siesta, dormilona?-Preguntó la de mechón rosa, esbozando una sonrisa-.

-¿M...angle? ¡Mangle!-Para sorpresa de Meg, Joy había despertado con energía. MUCHA energía-. ¡Estoy viva! ¡Y, y! ¡Tú cabello! ¡Lo cortaste!

-Sí, ¿te gusta?-Mangle no dejaba de sonreír, ¡Al fin aquel día había llegado!-.

-¿Cómo está Bon? ¿Y Toddy? ¡Ah! ¿Y la universidad?–Joy estaba llena de dudas, era increíble qué ella estuviese consciente de qué estuvo en un coma tan largo–.

–¡Ellos están muy bien! Seguro pronto vienen a visitarte.–La de mechón rosa acarició la mejilla de la menor–. Y por la universidad no te preocupes, linda.

–¿Sabes, Meg? Tuve un sueño extraño...–Joy hizo una expresión de confusión, tratando de recordar todo lo sucedido en el sueño–.

–¿Qué soñaste?–Preguntó la albina con curiosidad.

–Bueno...

~~~

–Y entonces...entonces...–Joy fue incapaz de retener las lágrimas que caían lentamente por sus mejillas–. Entonces, yo no veía nada, sólo escuchaba tu voz a la lejanía diciendo mi nombre, y un pitido extraño.

E

l silencio reinó por unos segundos.

–Vaya.–Mangle rió un poco–. Me haz hecho llorar a mí también, mira.

–¡Perdón!–La rubia estiró su brazo para secar las lágrimas qué caían por las mejillas de su novia–. No era mi intención.

–No te preocupes.–La albina abrazó a Joy con dulzura–. Ahora éstas aquí. Conmigo. Nada malo te pasará, ¿comprendes?

–Comprendo.–Joy sonrió, y besó los labios de la contraria.–

...

5 años más tarde...

–Mangle...–Joy estaba recostada en el regazo de su actual esposa bajo un árbol en el patio de su casa–. ¿Te puedo preguntar algo?

–Lo que quieras.–Contestó la albina, acariciando los rubios cabellos de la ojiazul.–

–¿Me quieres?

–No. Te amo.

De repente, se oyeron unos pequeños pasos qué se dirigían corriendo hacia ambas mujeres.

–¡Mamis! ¡Mamis!–Decía un pequeño niño, alegremente con una hoja de papel en su mano.

–¿Qué pasa?–Joy se sentó y le dedicó una sonrisa al menor.

–¡Nos hice un dibujo! Mira, mira, aquí estás tú, aquí está Mami Mangle, y este soy yo.

–Está precioso, hijo.–Mangle revolvió los cabellos del menor–.

–¿Te parece si lo vamos a pegar en la pared?–Preguntó Joy, sin dejar su sonrisa de lado.

–¡Vale!–El pequeñín tomó las manos de las mujeres y las ayudó (como pudo) a levantarse, y dirigirse nuevamente a la casa–.

–Mamis...–habló el niño–.

–¿Si?–Dijeron las dos al unísono–.

–Las quiero mucho.

–Y nosotras a ti.

Enserio lamento la tardanza.
Espero les haya gustado mucho.
Y mil gracias por seguir esta historia hasta el final. <3