Pasó un largo rato, pero al fin apareció una enfermera en la sala de espera.
–¿Familiares de la señorita Joy?-Preguntó en voz alto la chica, parecía de la misma edad que ella-.
Mangle se levantó del asiento y se dirigió a donde estaba la enfermera.
–Oh, ¿usted que parentesco tiene con la señorita Joy?-Preguntó la enfermera de cabellos castaños-.
–Soy su pareja.-Respondió la albina-.
–¡Oh! Entiendo.-La enfermera sonrió, para después bajar un poco la voz-. Yo también tengo una pareja de mi mismo sexo.
–Interesante.-Sonrió Mangle-. Ahora al punto, ¿que sucede con Joy?
–La señorita Joy está bastante bien.-Dijo la enfermera-. La trajeron justo a tiempo, ya que pudo haberse puesto más grave, hasta el punto de muerte.
–Comprendo...-Asintió Mangle un tanto preocupada-.
–¡P-pero no hay problema!-Sonrió nerviosa la enfermera-. Le daremos noticias de cualquier cosa, puede darnos su número de teléfono si lo desea.
–Prefiero quedarme aquí toda la noche.-Dijo la albina-. Su madre no pudo estar aquí, es mejor quedarme por si hay alguna noticia.
–Entiendo.-Dijo la enfermera-. Me necesitan en una sala de urgencias, con permiso.
¿Sala de urgencias?
...
¿Joy?