CagneyX... Mini-fanfics

🌸 Parte 3 🌸

Y ahí estaban de nuevo. Con la respiración agitada en la penumbra de la cama vistiéndose.

-Dice- llamó el joven pensativo.

A pesar de no verse, Cagney sintó su mirada clavarse en su espalda. Necesitaba fuerzas para decir lo siguiente.

-Tengo que hablar contigo.

-¿Qué sucede, Cagney?- preguntó preocupado.

-Tú... Nosotros... Vamos a ser padres.-  Agachó la cabeza en la espera de una respuesta. Estaba muy nervioso, hace unos días se había enterado y no sabía cómo decírselo.

Por otro lado, King Dice estaba radiante- ¿Dijiste "voy a ser padre"?

-Sé que es algo terrible, el hecho de que...- El mayor lo calló con un tibio beso en la frente.

-Es lo más hermoso que me has dicho. ¡No puedo creerlo! ¿Yo con una familia? No podría estar más feliz, gracias por esto.

Se paseó bailando por toda la habitación mientras la risa del muchacho lo alumbraba.

-¡Me esforzaré más para darles lo que se merecen!- Exclamó emocionado para terminar de vestirse.

King Dice se despidió de él con un beso mientras le prometía volver en la tarde.

El sonido de la puerta alertó la ida del mayor. Cagney quedó abrazando a la nada y reflexivo ealmente lo amaba. Incluso había estado trabajando en unas flores que le recordaran a él.

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En plena oscuridad, King Dice se escabulló por el casino. Entró por la puerta trasera y sacudiéndose su traje no imaginó lo que pasaría. Un golpe seco hizo ruido por el lugar y el amante cayó al suelo. Antes de perder la conciencia logró divisar el rostro de sus súbditos Pib y Dot.

-¡¿Qué están haciendo?!

-Lo siento, Dice- dijo Pib- órdenes del jefe.

-No lo hagan, por favor.

El sonido de algo arrastrándose por el suelo hizo eco. Dot comenzó a golpearlo con el bate que traía sin piedad.

Trató de hablar, trató de decirles que se detuvieran, pero las palabras quedaron atoradas en su garganta al oír una voz ronca y siniestra decir: "Ya no me sirves más".

-¡Deténganse! ¡Voy a ser padre!- clamó con su última voluntad.

Y todo quedó en tinieblas.

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Cagney estaba preocupado. Se preparaba un café mientras temblando revolvía el azúcar. Y es que tenía dos días desde que su amado se había ido para no volver a regresar. ¿Cómo lograría salir adelante con un hijo? Tantas veces consagraron su amor sin protección que lograron concebir a un ser. King Dice no podría haberlo abandonado, ¿o sí?

El timbre de la puerta abriéndose sonó y Cagney volteó esperanzado con el regreso de King Dice. Pero no, en su lugar, una dama se hallaba observando el lugar con cierto desprecio.

Cagney suspiró y trató de sonreír- Bienvenida. ¿Deseaba algo en específico?

La mujer lo miró con aires de grandeza.- Un arreglo.- y regresó la vista a las flores- Un arreglo para un velorio.

-En seguida.- Cagney puso manos a la obra y comenzó a hacerlo intentando olvidar por unos instantes a su amado.

Pero al ver el arreglo terminado, no pudo evitar que sus ojos comenzaran a cristalizarse.