Entre el bien y el mal

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No la había visto en toda la lucha, después de haber corrido todos colina abajo ella había desaparecido, pero de entre la nada surgió veloz y ágilmente colocándose frente a Carlos y cortándole el paso. Lydia miraba a Carlos con desagrado y ansias de sangre, no entendía el por qué estaba impidiendole el paso. Estaban hablando, lo noté en los movimientos de sus bocas, no lograba escuchar nada. Todo mi alrededor se movía cada vez más lento, los sonidos eran una octava mas bajos y todo parecía volverse opaco. Vi como lentamente los movimientos de Lydia conseguían placar a Carlos y bloquearlo en el suelo, colocándole una navaja en el cuello. Mis ojos se nublaron más y más. Pude admirar no muy lejos de Carlos a Lucia y Marcos, no! mierda!....Me derrumbé, caí al suelo, no quería ver más, me abracé a mi misma en un intento de dejar de existir pero esa imagen de quedaría grabada en mi mente para siempre.

La sangre de Lucia corría por los profundos cortes de sus pequeñas muñecas y se posaban en el altar.

Alcé un instante la mirada llena de lágrimas y vi como mi padre salia corriendo cuchillo en mano a por Marcos, éste ni se molesto en detenerle, el daño ya estaba hecho, Lucia había muerto desangrada cuando mi padre llegó a su lado. Mi padre y Marcos comenzaron a luchar en sus cuerpos salvajes, mientras la sangre de mi hermana seguía brotando se sus pequeñas muñecas y el altar brillaba a la vez que el lago ,de una misteriosa forma , que ahora mismo no me importaban.

La furia recorrió mi cuerpo y aun con la vista nublada corrí a por Lydia, no pensaba dejar que Carlos muriera en sus manos.

***

CARLOS

Cogí mi arco y una flecha pretendía disparar a Marcos para tener tiempo de sacar a Lucia de allí, pero para ello no podía estar muy lejos o Marcos se recuperaría lo suficientemente rápido para que no me diese tiempo de bajar a por Lucia. Corrí todo lo rápido que pude dirigiendo me hacia Marcos y Lucia, esa pobre niña se estaba desangrando por culpa de ese hijo de puta. Mientras buscaba la posición correcta de la nada apareció una chica, era Lydia, había ayudado a Julia con las armas , qué hacia aquí interrumpiendome el paso.

-¿A dónde crees que vas?

Dijo con voz burlona

-Quitate de en medio , Lydia

Pronuncié con asco su nombre, no me daba buena espina esa chica.

-No,no,no.....

Lo dijo entre risas que me helaron el cuerpo

-Que pena que te tenga que matar, eras muy mono

Y con estas palabras se abalanzó sobre mi, sin darme tiempo a esquivar su movimiento colocó un cuchillo sobre mi cuello.

El miedo se apoderó de mí. Lydia alzó la cabeza y miró al frente y justo en ese momento un cuchillo atravesó su cabeza, matándola al instante, dejo de presionar mi cuerpo y dejo caer la navaja. Aparté su cuerpo muerto y me levanté , admirando de esa forma a Julia corriendo hacia ami y abrazando me.

Su cuerpo contra el mio después de haber pensado que iba a morir, que no la vería mas, era la mejor sensación del mundo.

De pronto una luz nos cegó, miramos los dos con los ojos entre cerrados, dejando de lado el abrazo, mientras nuestra sangre se congelaba al admirar a tan poderoso ser, saliendo del lago; brillando como el sol; su rostro era hermoso pero a la vez furioso y vengativo; de su espalda nacían lentamente unas enormes alas y es que tal gigantesco ser unos 20metros necesitaba unas gigantescas alas. Era un hermoso y vengativo ángel.

Las verdades de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora