Las verdades de la noche

Sombras entre palabras

-Me haces daño

Marcos fue soltando poco a poco mis muñecas, sus ojos alobados me seguían mirando con deseo, como un depredador mira a su presa. Así me sentía yo en estos momentos como su presa.

Por primera vez desde que le conocí estaba más atenta a las palabras que salían de su boca que a el sensual movimiento de sus labios al hablar.

-Esta noche salimos

-Si claro porque tu lo digas

Gruñio

-Exacto

Me solté y me levante con velocidad, tal velocidad que casi me caigo.

-Prefieres continuar en el estado de transición entre humana y licantropa, *continuo hablando* ahora mismo no eres nada, ni humana ni licantropa, eso es lo que quieres, no ser nada. No poder defenderte ante los demás licántropos ni ante la manada que te acecha.

-¿Y en que me ibas a ayudar tú.? *dije con desagrado, parecía que me quemaban las palabras en la boca*

-En mas cosas de las que crees*dijo de una forma que sus palabras parecían insinuar algo*. Hoy en la puerta trasera de tu casa a media noche .Te enseñare lo básico.

Quería callarle esa arrogancia en su voz, pero la única forma que se me ocurría en ese instante era besándole.

-No iré

-Se que si, solo necesitas pensarlo un poco.

Antes de que pudiera replicar le nada salio de mi habitación y se fue.

Le odiaba en ese momento. Y ami también por no poder ni saber que hacer excepto mirar como le iba.