Nuevos métodos

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LUNA

Había pasado toda la noche en vela pensando, últimamente no hacía nada más que pensar y sin hacer algo de provecho. Asi que cuando llamaron a la puerta, para decirme que ya estaba el desayuno listo, no esperé más.

Me levanté decidida a hacer algo, ha entrenarme o cualquier cosa, con tal de hacerlo. No me entretuve en coger la ropa, unos simples pantalones cortos de gimnasia, una camiseta corta pegada y mis zapatillas de deporte negras adidas que tanto me gustaban. Me hice un quiriqui (hay gente que los llama quiquis) a mi personalmente me da igual como decirlo pero me habían acostumbrado a decirlo así asi que... no le daba muchas vueltas a la cabeza y sali medio corriendo de la lujosa habitación.

Por el olor del desayuno me dirigí sin pensar, a la misma sala donde ayer cenamos. Estaban todos levantados y sentados en sus respectivas sillas.

-Buenos días a todos.

Todos contestaron a la vez.- Buenos días.

Me senté al lado de mi padre, que suponía que nos sentaríamos ahí hasta que nos fueramos. Eché un rápido vistazo a la mesa, había muchos dulces, pastas, napolitanas, magdalenas, sobaos etc. Vamos imposible no gustarte algo, cogí lo primero que me apeteció, dos magdalenas y me serví una taza de leche con chocolate y mientras oía hablar a mis padres.

-Hemos decidido, que cuando terminemos de desayunar, nos iremos al Panteón. Dijo mi madre muy ilusionada.

Me gustaba verla, así tan llena de energía y vitalidad al igual que Gail, los dos tenían eso en común. Mi padre en cambio era más de estar en su mundo y no prestar atención como yo.

-Me encantaría ir con vosotros... empecé a decir. Cuando mi madre me miró con los ojos tremendamente abiertos.

-Cómo que te encantaría a donde se supone que crees que vas a ir.

Su voz estaba llena de reproches y lo entendía perfectamente, desde que habíamos llegado, había estado todo el rato a mi aire  y apenas con ellos. Eso me entristecía enormemente, pero si no  hacía lo que me había propuesto  hacer me sentiría incluso peor. Caleb me dijo que me protegería y de hecho mando a Luke como guardaespaldas, pero... después de todo lo que pasó. El rapto y lo que sufrí, decidí que tenía que entrenar y hacerme más fuerte por mi misma.

-Es que había quedado con Kai, para que me llevara a la playa. dije bajando la voz.

Kai, que hasta ese momento, no había abierto la boca me miró intensamente. Su mirada me atravesaba y cada vez que los miraba notaba como un gran cansancio se apoderaba de mi. Pero intenté por todos mis medios aguantar y le miré a los ojos, sabiendo que no aguantaría mucho tiempo. Intentaba hacer que me respaldara y así luego se lo explicaría. Y mi madre lista que es ella se giró hacia él.

Éste se pegó un susto y casi se atraganta con el trozo de sobao que tenía en la mano.

-Esto si... coff. Se lo iba a decir ahora, si nos dejaba.

Holly que era siempre el vivo reflejo de la calma, pareció darse cuenta de nuestra pequeña discusión. Frunció ligeramente el ceño, aparienciendo en su blanca y pálida frente una delgada linea vertical, desapareciendo posteriormente y sustituido por una amplia sonrisa.

-Creo que es una magnífica idea. dijo con un tono realmente tranquilizador.- Las playas son muy bonitas y hay muchas cosas que ver por alli. Hay mucha fauna realmente interesante, además que tenéis los móviles cualquier cosa podríais contactaros.

Es increíble esta mujer dijera lo que dijera mis padres obedecían sin poner objeción alguna.

-En ese caso... pero no os vayais muy lejos y ten cuidado con los pervertidos Luna.

Luna, la mujer loba (Re-editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora