Persona sospechosa

490 17 8
                                    

LUNA

Sentada en el asiento copiloto miro a Luke, él está concentradose como puede para estar atento en la carretera pero el frío ambiente del coche cada vez se hace más pesado a medida que nos alejamos de aquel lugar. Distraídamente escucho los suspiros y jadeos entrecortados de Kai como si le costara respirar. Un escalofrío me recorre la columna y al mismo tiempo dejándome un vacío doloroso.

"Ayúdale" me dice mi mente y yo le respondo, "¿Cómo lo hago?, ahora mismo nada me parece ser suficiente."

-Luna, tranquila le vamos a llevar al hospital ahora mismo a ver que nos dice el médico.

Asiento con la cabeza, la verdad es que no me hacía mucha gracia lo que iba a ocurrir después. Refiriéndose a sus padres y eso, suspiro, bueno ya tendría tiempo de preocuparme de esas cosas ahora lo importante era él y que estuviera bien. Me giro como puedo a ver a Kai, está totalmente echado hacia delante con la cabeza colgando, su melena cae como si fuera una cascada tapando toda la extensión de su frente y ojos, impidiéndome ver estos últimos. Pero ligeramente y tampoco hace falta ser un genio me doy cuenta que su expresión está tensa y tirante mientras que sus ojos los mantiene cerrados con el ceño fruncido. Intento tumbarle para atrás para que no le de tumbos la cabeza, alargo un brazo intentando agarrarle a ciegas pero ni siquiera llego, al final desisto pues me es imposible poder girarme al completo.

-P....por favor... n....no me ll...llevéis ...a...al hospital. Kai escupe las palabras dificilmente y al mismo tiempo que lo hace unas gotas de sangre escarlata bajan y recorren sus secos y agrietados labios para asi deslizarse hasta por la garganta y quedarse como una mancha de tinta.

Luke mira por el espejo retrovisor, tiene la cara contraída con una mueca de disgusto ante lo que había dicho. Le miro esperando a alguna señal pero nada sale de sus labios y tampoco los de Kai, entonces es cuando me doy cuenta de que están teniendo la discusión telepaticamente a la que no estoy invitada. Sus miradas brillan y cada uno conteniendo su propia respiración, esperando que uno de los dos se rinda y haga caso al vencedor.

Sin poder hacer otra cosa que esperar a que terminen y me digan el veredicto me pongo a observar el paisaje frondoso que se oculta tras los cristales. Pasan varios minutos y la atmósfera cada vez se hace menos respirable, me ahogo y no se me ocurre otra cosa que bajar un poco el cristal. Eso les distrae a los dos por lo que se me quedan mirando y al final Luke habla rompiendo el hielo.

-Si te llevamos a tu casa, ¿Qué crees que pensarán tus padres Kai?

-Luke sabes que apenas puede hablar no se lo pongas más dificil empiezo a decir cuando me veo cortada por Kai.

- Se te olvid....da que e...llos me l..een...la mente y...y tranqui....ilo no se preocupan ta..anto como crees....

Sin decir una palabra más me mira con mirada de cachorrito para dar el último voto a su alocada idea. Debido a mi posición apenas le puedo ver pero noto como me mira intensamente através de mi nuca. El profundo suspiro de Luke da como veredicto a la discusión, y en un giro alocado y me atrevo a decir bastante peligroso da 180º y nos dirigimos a casa de Kai.

GAIL

Oscuro... vacío... dolor se arremolina en mi interior, todo da vueltas y a la vez todo está quieto. Me veo flotando en medio de la penumbra con una voz que me llama suavemente, imperceptible si todo está en caos, perfectamente audible si sólo hay silencio. Gail... Gail... al principio la voz es suave y aterciopelada como si estuviera alegre, es una voz que me recuerda a la de mi hermana. Llena de cariño y preocupación, pero sigo sin ver ni percibir nada a mi alrededor a excepción de esa voz.

Luego se vuelve a apagar y me vuelvo a ver solo, no quiero estar aquí quiero ver a mi hermanita... lo último que recuerdo es la intensa agonía de no poder hablar, de no poder moverme, de no poder hacer nada... Pero lo más extraño de todo es que me creí morir, sentí cómo toda mi fuerza me abandonaba al igual que mi sangre cada segundo se derramaba más y más. No sé que pasó después de aquello pues cuando me dejé de mover, probablemente me quedé insconsciente hasta ahora que sigo medio despierto pero unicamente en mi mente. Y aún así tampoco es que haga mucho.

Luna, la mujer loba (Re-editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora