Secretos ocultos

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Nos sentamos todos alrededor de una gran mesa alargada. La madera por la textura y el olor que presentaba juraría que era de roble. Era muy robusta y se notaba la cantidad de años que pesaban sobre él. Aún así no mostraba ningún signo de debilidad y parecía jurar que aguantaría unos centenares de años más.

Mi madre y mi padre se sentaron, uno enfrente del otro, no en los extremos, sino en la zona ancha de la gran mesa. Seguido de ellos Holly y su marido estaban en la misma posición pero esta vez en ambos extremos más alejados. Y por último Kai y yo cada uno al lado de mis padres. A mi me tocó por fortuna al lado de mi padre, lo que quería significar que Kai y mi madre estaban delante mía.

Una vez ya sentados, los criados de la casa. Una mujer llamada Meredith, ni muy joven, ni muy adulta de unos 24 años. Se presentó para darnos el primer plato que consistía en unos entrantes de caviar y foie gras de ganso. Es tradición no comer mucho en el primer plato ya que sino no podrías comerte el resto y era mal visto si no lo hacías. La otra criada Judith, algo más vieja de 30 años, ella nos presentó el segundo plato que consistia en una ensalada mezclada, con ingredientes y salsas de los más exquisitos.

A mí sinceramente al ser loba, no me gustaba mucho que se dijera las ensaladas y prefería con creces el primer plato pero es lo que tocaba. Y por último nos sirvieron un plato que ni yo misma sabría deciros que era con exactitud, eso si no se parecía a ningún helado o bizcocho. Y la verdad no me gustó para nada, pero no iba a hacerles el feo a sus padres que ya bastante que nos lo han preparado.

Miraba por encima y veía que cada uno hacía cosas diferentes, mis padres eran los únicos que parecían estar comiendo y de una forma casi como agresiva.

"Debe de ser debido y todo eso que están cansados y hambrientos"

En cambio la familia de Kai y él incluido parecían estar en una especie de trance, pues apenas comían y miraban en un punto fijo.

Después de la gran cena Holly y su marido nos llevaron a donde se supone que dormiríamos, en la segunda planta, puesto que compartía salas de exposición y las de los invitados. En general pocas salas eran verdaderamente habitables unas cuatro o cinco sin contar las habitaciones personales. Primero les enseñó cuál sería la de mis padres pero antes de entrar se pusieron a charlar.

"Como de costumbre, no paraban de hablar buff..."

KAI

Mi padres ya estaban enseñandoles la habitación a los padres de Luna, lo cuál me pareció la ocasión perfecta para así poder llevarla a mi habitación sin que sus padres sospecharan. Mientras hablaban le envie un mensaje telepático a mi madre.

"Mamá voy a llevar Luna a mi cuarto y a explicarle todo" lo dije algo bajo como temiendo que me oyeran.

Tardó varios segundos en contestar, ya que estaba haciendo dos cosas a la vez.

"Está bien, pero no hagas nada imprudente". Su tono no era amenazador pero con una chispa de ello.

Eso seguramente se debía a lo que ocurrió antes, y que seguía sintiéndome igual de mal por lo que había hecho. Pero por lo menos podría perdirle perdón correctamente.

Así que una vez tenido el visto bueno por mami ya podía llevármela de allí.

-Luna necesito que vengas un momento conmigo que quiero que me cuentes unas cosas de donde vives.

Después miro a la madre y la pregunto personalmente.

-¿Puedo robar a su hija un momentito?

No sé si la mirada de cachorrito que puse, sirvió para algo pero me dijo:

Luna, la mujer loba (Re-editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora