Nuestro Lazo [Joerick]

Nunca

Erick volteó y miró a su Alfa con una sonrisa extendida. El Omega se acercó velozmente a la cama y se tiró encima del Alfa

- ¡eres un...sin corazón! ¡¿Cómo se te ocurre desmayarte por dos días?!- le dio un leve golpe en el hombro- ¡¿sabes lo preocupado que estaba?!- sus lágrimas caían por sus mejillas

Joel enrollo sus brazos alrededor del Omega y lo abrazó fuerte dándole unos suaves masajes en sus pelo

- yo también te amo Erick- dijo dándole un beso en la cabeza- y también te extrañé

Erick suspiró y levantó su cabeza separándose del Alfa. Unió sus labios en un suave beso.

- ¿ya sanaste?- dijo intentando quitar sus camisa

- ¡oye!- se quejó el Alfa- he estado desmayado y tú ya quieres follar

- no quiero follar- rodó los ojos-solo quiero ver si tus heridas ya curarón

El Omega levantó la camisa de Joel y vio las heridas, estaban con un poco de sangre seca alrededor

- tengo que limpiar allí- dijo señalando su costado- así que ya vengo- dijo quitándose de encima de Joel pero el Alfa fue más rápido y jaló sus mano para unir sus labios

Erick se sorprendió pero al darse cuenta de lo que estaba pasando cedió y abrió más su boca para que la lengua de su Alfa pudiera explorar toda su boca.

Erick se separó con la respiración agitada- en...en serio tengo...tengo que limpiar tu herida Joel- se levantó de la cama y se fue a buscar un trapo húmedo para poder limpiar la herida de Joel.

Erick regresó con una sonrisa, Joel le observó acercarse a él, el Omega empezó a limpiar la herida del Alfa recibiendo uno que otro quejido del mismo.

El Alfa no quitaba la mirada del Omega, le parecía tan hermoso, en serio se sentía afortunado de tenerle como su Omega.

- ¿qué miras?- el Omega estaba acostumbrado a que lo mirara pero hoy había simplemente había sobre pasado lo límites

- Erick te miro y no creo que estés conmigo, eres más de lo que pensé tener algún día- le acarició la mejilla- te amo pequeño Omega

Una lágrima se deslizó por la mejilla de Erick- no me hagas llorar bobo- sonrió mientras limpiaba su lágrima- también eres lo mejor que me ha pasado Joel- dijo dándole un beso en la mejilla- te quiero

Joel se intentó levantar pero el dolor fue más fuerte y se tuvo que volver a recostar

- se supone que ya debió haber sanado- se quejó- ¿cómo se mira la herida?- hizo una mueca de dolor

- no ha sanado casi nada Joel- dijo algo preocupado el Omega, Erick tenía razón aquella herida estaba igual que el día que se desmayo

- mierda Erick no metas alcohol que arde- se quejó

- lo siento pero así no se te infectará- le miró y se rió al ver la mueca de dolor que hizo el Alfa- por cierto ¿qué te atacó?- dijo frunciendo el ceño- estas heridas no parecen de un lobo normal Joel

- no fue un lobo- le aseguró- fue el Wendigo, yo había ido al lago después de salir de la junta y de pronto lo tenia atrás, me atacó me defendí y lo maté pero antes metió sus uñas en mi costado

- estúpido- le regañó- ¿cómo se te ocurre ir solo al bosque sabiendo que esa cosa esta allí?

- ¡yo no sabia que él iba aparecer allí Erick!- rodó los ojos

- ¡pues debiste pensar!- le gritó

- ¡no me grites joder!- gritó más fuerte

Erick suspiró y salió de la habitación muy enojado y triste con su Alfa

~ lo siento no debí gritarte- habló con la mente

~ no quiero oirte- dijo cortando la comunicación con el Alfa y bloqueó su mente para que el Alfa no pudiera saber que pensaba

Al llegar la hora de ir a dormir Erick subió a la habitación, abrió la puerta pero no vio al Alfa lo que le pareció extraño

- ¿Joel?- dijo caminando a baño, al no recibir despierta tocó la puerta- ¿Joel estás aquí?- preguntó preocupado

- ¿para que preguntas si no quieres saber la respuesta Erick?-dijo desde adentro del baño

- tienes razón- dijo suspirando, caminó a la cama y se sentó en ella, no quería estar enojado con Joel pero le dolía porque él estuvo dos días completos llorando solo porque el Alfa había decidido ir a dar una caminata por el bosque

El Alfa salió del baño, miró a Erick quien parecía muy triste

- ¿te pasa algo?-preguntó preocupado

- estuve llorando dos días- dijo sollozando- lloré dos días porque a ti se te dio al gana de ir a caminar al bosque

-no fue mi culpa que ese animal me atacara Erick- bufó- además debes estar feliz porque lo maté y no se seguirá llevando a más Omegas ¡¿no era eso lo que querías?! ¡Pues allí lo tienes!- dijo saliendo del cuarto tirando la puerta duro

Erick se tiró al suelo a llorar, odiaba ser él ahora. Todo se estaba volviendo diferente ahora, es como si Joel ya no fuera el mismo. Joel nunca le había gritado como ahora, nunca.