Siempre hay esperanza

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Inuyasha al ver la escena busco el rostro de Kagome, quien aun permanecia abrazada a el, la movio un poco para mirarla y sus ojos ambarinos que habian mostrado la alegria de la victoria, cambiaron a un desconcierto total y comenzo a palidecer de subito, sentia como si todas las fuerzas le hubieran sido extraidas de alguna extraña manera, dejo de escuchar los latidos de su corazon, tal y como habia dejado de oir los de su Kagome...







-Kagome... esto no...- las palabras se ahogaron en su garganta al observar a la muchacha languida en sus brazos, su agudo oido seguia confirmandole que no habian signos vitales en ella, su corazon no latia, se quedo ahí con ella entre sus brazos sin saber en lo absoluto que hacer o decir, esto no podia estar pasando, era simplemente lo que se tejia dentro de su cabeza, como un largo y doloroso gemido, su amada Kagome, ...





-Kagome?... Kagome?...- repetia en un debil hilo de voz, mientras la movia intentando en vano despertarla de lo que el bien sabia, no era un sueño, se sentia asustado, como no lo habia estado jamas, ni en los momentos en los que temia por su vida, sintio tanto panico, como ahora- Kagome... mi amor... no me dejes...- las ultimas palabras salieron de su boca como susurros entre sollozos, por que las lagrimas no tardaron en derramarse desde sus ojos, como un acto reflejo, frente al dolor intenso en su alma, sentia que su corazon tambien se detendria como el de ella y lo deseaba asi, que mas daba una vida sin su niña, mecia a la joven entre sus brazos, como quien acuna a un bebe, le acariciaba el cabello y la volvia a mirar





Sango y Miroku, solo se quedaron en silencio, sin ser capaces de emitir el mas leve sonido, sabian bien lo que sucedia, la taijina se apoyo a llorar en el hombro de aquel houshi que intentaba a viva fuerza que sus lagrimas no se derramaran





Abrazaba a la muchacha que permenecia inerte, mientras sumergia su rostro en el abundante cabello azabache que aun conservaba el exquisito aroma de Kagome, ... no es posible, que estes?..., no se atrevia a decirlo, no podia perder al ser que mas habia amado, sabia perfectamente que la joven habia agotado hasta su ultimo halito de vida, con tal de salvarlo a el... lo habia salvado ya de tantas maneras, primero lo hizo al despertarlo de un sueño de 50 años, cuando estuvo sellado en aquel arbol... en ese momento vino a su mente el recuerdo de ella deletreando su nombre, cuando el la confundio con Kikyo..."KA GO ME, KAGOME, lo puedes entender?"... si Kagome, se dijo... luego lo habia salvado de si mismo al rescatarlo en mas de una oportunidad de aquellas transformaciones que sufria al liberar su sangre youkai, ... salvo su alma, cuando le enseño lo que era amar sin limites y ella, definitivamente, nunca los tuvo con el... me diste todo ... hasta su vida... que ironico parecia, ahora el paisaje alrededor, mas parecia un lecho de muerto que un hermosos jardin...





-No.... Mi amor...- fue una suplica desgarradora, que salio de lo mas profundo de su alma,-... ayudenme...





En ese momento todo a su alrededor comenzo a tornarse absolutamente oscuro, se encontraban solo Kagome y el en la total oscuridad.





-que sucede?...- fue la pregunta que arrojo , sin saber quien podria contestarla, aferro mas aun el cuerpo de su amada hacia el, como temiendo que alguien se la arrebatara, iba poco a poco perdiendo la calidez y el intentaba mantenerla aun tibia.





En ese momento noto como una figura comenzaba a acercarseles y su sorpresa fue en verdad mayuscula, cuando logro vislumbrar con muchisima dificultad de quien se trataba... era Taka...





-Taka?...- pregunto





-Si papa...





-Que sucede... mira... Kagome...- le mostro a la pequeña el rostro palido de su amada, mientras el la miraba con los ojos llenos de las lagrimas que no paraban de caer, dejando zurcos dolorosos en sus mejillas.





-Pediste ayuda... y he venido a dartela- contesto la niña con toda tranquilidad. Como si hablar de muerte no implicara problema mayor.





La niña se acerco a ambos, a sus padres, puso la mano de Inuyasha sobre la de Kagome y luego la suya, como invocando a alguna entidad desconocida para el hanyou, luego poso su otra diminuta manita sobre los ojos cerrados de Inuyasha, mientras le mostraba lo que el debia hacer.





-Comprendo...- dijo el asintiendo mientras una timida sonrisa se dibujaba en su boca...





-Las salvare... - dijo mirando preciosos ojos dorados que lo observaban dulcemente, para luego fijar su mirada en la joven que permanecia entre sus brazos....

Juntos a pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora