Observados

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Ambos jóvenes absortos y entragados, uno en los brazos del otro, no se dieron cuenta de que estaban siendo observados, aquella extraña figura tras los arboles, no emanaba en lo mas minimo, algun aroma, que pudiera ser persibido por el agudo olfato de Inuyasha, ni energia alguna que pudiera detectar Kagome, era un ser extraño, cubierto con un manto, de un tejido muy elaborado, claro que en medio de la oscuridad en la que se refugiaba, era muy difícil notar mas detalles.



-Inuyasha… yo…- titubeaba Kagome, era como si necesitara preguntar algo y no se atrevia a hacerlo…



-Si Kagome… dime…- con su voz muy calmada, despejando el rostro de la muchacha de los cabellos que la brisa movia



Ella solo esboso una radiante sonrisa - No … nada…- dijo mostrando una gran felicidad



-Segura?...- dijo ya un poco mas ansioso el hanyou



-Hai…- asintio- vamos donde los demas, traigo un exquisito desayuno



-Y RAMEN???...- pregunto con ansias y felicidad



-Hai… tambien ramen…



Inuyasha como un niño pequeño se apresuro a recoger la mochila de Kagome que habia quedado en el piso en el momento en que el la saco del pozo y sin previo aviso, comenzo a registrarla, mientras comenzaban a salir de ella todo tipo de articulos, ademas de la comida preparada para sus amigos, un cepillo para el cabello, un lapiz labial, un espejo, algunos libros, que probablemente Kagome no leeria en su tiempo en el Sengoku.



En tanto otra extraña figura, desde el otro lado del bosque observa toda la escena y en pensamientos pregunta - Son ellos?- Si,- es la respuesta que recibe, del otro ser que se encontraba a bastante distancia , su comunicación era telepatica.



-Entonces debemos apresurarnos - asegura uno con el pensamiento



-Si - afirma el otro



Nuestros amigos, seguian entre sus cosas, Kagome llamando la atención de Inuyasha que sin miramiento de ningun tipo, habia vaciado completamente la mochila de la muchacha, mientras esta batallaba por recoger todo lo que el hanyou habia tirado, este tomo paquetito algo inusual, para el, le llamo muchisimo la atención y comenzo a leer en aquel extraño envase



-Kagome, que es esto?...Ultra finas,… flexi alas ….protectoras….- leia el hanyou mientras una evidente cara de pocos amigos de Kagome, vaticinaba el corto futuro del joven.



-INUYASHA ¡¡¡ ABAJO¡¡¡ - dice muy molesta y mientras el hanyou cae suelta el “paquetito” que Kagome rescata y vuelve a guardar dentro de su mochila



Esta situación no permitia que nuestros protagonistas, se dieran cuenta que estaban siendo observados por extraños seres, que al parecer no traian muy buenas intensiones.



Pasaron algunos dias en los que nuestros amigos, continuaban con su rutina normal, buscar fragmentos, derrotar monstruos, una que otra mansión exorcisada por un monje algo confianzudo, nada, rutina, pero durante todo ese andar, siempre estuvieron siendo vigilados, cada gesto de amor, expresado entre Inuyasha y Kagome, estaba siendo analizado por aquellos dos seres, enviados en una extraña mision, que poco a poco iremos descubriendo, solo uno de los integrantes del grupo de amigos, habia sido capaz de percibir algo extraño



Miroku, se encontraba sentado sobre una roca, muy serio, concentrado en alguna extraña energia que gracias a sus poderes espirituales, lograba encontrar en los alrededores, Inuyasha lo observaba con muchisima curiosidad, puesto que Miroku ya llevaba varios dias comportandose de un modo distinto, Kagome y Sango habian partido a bañarse en las aguas termales que se encontraban cerca del lugar en el que habian decidido acampar y el houshi, no intento en ningun minuto ir a espiarlas, realmente Miroku se comportaba extraño, pensaba el hanyou



-Miroku… - dijo sin levantar la mirada sobre la rama de un arbol- que sucede?



-No lo se Inuyasha … algo me ha tenido intranquilo estos dias y aun no logro saber lo que es, es una energia, algo distinta, no parece pertenecer…- el monje se silencio, para no alarmar a su amigo, -



-Ya comenzaste Miroku, ahora ya no puedes callar - dijo Inuyasha bajando del arbol y enfrentando al houshi



-Pues parece ser una energia que no pertenece a este lugar … y no me refiero solo al Sengoku Inuyasha… creo que es una energia exterior… fuera de este mundo



-¿¿???????? - solo lo observo, no sabia si el monje, estaba hablando enserio o le estaba tomando el pelo, puso su mano sobre la frente de Miroku y este lo miro con una visible molestia # - Parece que no tienes fiebre Miroku?, quizas sea el estomego?-



-Inuyasha ¡¡¡¡ Baka¡¡¡¡(tonto)



En ese momento se escucho llegar a Sango



-Y Kagome???...- pregunto el hanyou presuroso



-Dijo que queria quedarse un poco mas - contesto ella secando su cabello mientras tanto Miroku un poco mas distraido que de costumbre, no pudo mas que observarla en la plenitud de su belleza



-Kagome¡¡¡, todo el tiempo buscando peligros- gruñia el hanyou dirigiendose al lugar en el que estaba la muchacha…



Camino con bastante tranquilidad hasta los pozos de aguas termales, el vapor suavemente tibio que llegaba hasta su rostro lo predisponia al descanso, cuando llego hasta el lugar en el que se encontraba Kagome, no pudo mas que quedarse en silencio mirando el hermoso paisaje que Kami (Dios) le estaba regalando, Kagome estaba dentro del agua que le cubria desde la cadera hacia abajo, de espaldas al hanyou, trataba de apretar su cabello para retirar el agua en el , se disponía ya a salir, pequeñas y numerosas gotitas de agua cubrian todo su cuerpo y brillaban bajo la luz de aquella noche… era un bello espectáculo…que hermosa es, se repetia en sus pensamientos el joven hipnotizado por la vision… deseaba ir con ella, entrar al agua y abrazarla, tenerla y sentirla como en los momentos que pasaron en su epoca, habian estado disimulando frente a sus amigos, y los deseos del hanyou por poseer nuevamente los besos de la muchacha se agolpaban fuertemente en su corazon, mas ahora, que la veia en su estado natural



Kagome se volteo para salir ya del agua y se encontro de frente con los ojos de Inuyasha que le suplicaban por estar a su lado, su primera impresión fue de asombro , pero comprendio las ansias de aquel ser amado, por que en secreto, tambien las compartia, y hacia ya algunos minutos deseaba que el apareciera…



-Ven…- dijo simplemente, extendiendo su mano, para que el hanyou la alcanzara…

Juntos a pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora