Broken Wings ||Lukadrien||

UN

Marinette suspiró con pesadez mientras veía el diseño en su libreta, había pasado ya una semana desde que lo había comenzado y aun no llevaba ni la mitad de él. Mordió su labio inferior suavemente y decidió que ese día tampoco lo terminaría o que incluso dejaría ese diseño de lado y empezaría a enfocarse en otro muy diferente. Se levantó de la silla en la que estaba y se acercó a una de las esquinas de la habitación donde Tikki descansaba plácidamente a un lado de su teléfono celular, sonrió al verla tan tranquila, últimamente los villanos escaseaban así que no había tenido la necesidad de transformarse en mucho tiempo. Sostuvo el celular entre sus manos y marco el número de su amiga, quien probablemente estaría terminando su jornada de trabajo en la escuela donde enseñaba. El teléfono sonó un par de segundos antes de que la voz de la chica sonara por el otro lado.

-¡Hola Marinette! Sigues sin poder terminar el diseño, ¿verdad?-

Marinette sonrió al descubrir lo bien que Alya la conocía.

-No se me viene nada a la cabeza-

Respondió con un pequeño tono de resignación.

-Pero tienes uno terminado ¿no es cierto?, ¿porqué que no le muestras ese mejor al dueño de la compañía?-

Marinette torció la boca en señal de desaprobación ante la propuesta de su amiga, y no es que no pudiera mostrar ese diseño, si no que no quería mostrar un diseño tan íntimo y significativo para ella.

-Sabes que no Alya-

Desde el otro lado, Alya sostenía su cabeza con una mano como si le doliera, las clases ya habían acabado estando solo ella dentro del salón sentada aun en su escritorio.

-Marinette, tienes que olvidar eso ya-

La chica levantó la mirada hacia el boceto que colgaba de la pared enmarcado.

-lo sé pero...-

-Pero nada. Han pasado diez años, y tienes que entender que él no va a regresar y si lo hace... No será por buenas razones-

Alya recibió el silencio de su amiga con melancolía, era mejor decirle la verdad a que se siguiera haciendo falsas ilusiones. Luego de un suspiro, pareció escuchar una casi inaudible risa de la joven al otro lado de la línea, y un leve "tienes razón" antes de que colgara dejando los sonidos que indicaban el final de la llamada.

Marinette se acercó al boceto de la pared mientras escuchaba los bostezos de la pequeña criatura que se acercaba lentamente a donde estaba ella, una leve sonrisa por parte de esta fue suficiente para tomar una decisión, levanto el teléfono y marcó el número de su asistente.

-Cristal, necesito que me consigas unos materiales por favor-

Chat noir saltó de un tejado a otro mientras el viento acariciaba su rostro con suavidad. El atardecer anunciaba el final de su guardia y tenía por entendido que la siguiente en hacerlo sería Ladybug por lo que dejaría que ella se encargara de la ciudad lo que quedaba del día y el resto de la noche. Miró hacia abajo enfocando su vista en una cabellera roja que avanzaba por la calle principal sosteniendo una mochila en su espalda. Se acercó a él y aprecio sus ropas manchadas en pintura amarilla y negra junto al olor a thinner envolviéndolo.

-¡Nathaniel!-

Gritó el joven antes de caer frente al mencionado quien formo una leve sonrisa al verlo, al igual que el kwami que estaba acomodado sobre su hombro comiendo una galleta tranquilamente.

-Chat noir ¿Qué te trae por aquí?-

-Estaba de paso y te vi-

-¿Has terminado tu guardia?-

El gatuno asintió con la cabeza mientras levantaba su mano susurrando un leve "garras fuera" antes de des transformarse, dejando ver su apariencia ante el pelirrojo quien solo miro curioso a Plagg mientras caía en las manos de su portador.

-¡Te he dicho que me trates con más cuidado!-

Reclamo Plagg mirándolo seriamente

-No te quejes-

Dijo mostrando el pedazo de queso que no tardó en ser arrebatado de su mano por el kwami. Mientras tanto, el pequeño dragón miraba y escuchaba todo en silencio, o así fue hasta que vio a Plagg.

-Hola Zuu-

Saludo Plagg mientras saboreaba el pedazo oloroso de queso en sus manos.

Zuu se acercó y le extendió un pedazo de su galleta.

-Hola Plagg-

-¿Iras a tocar hoy, Luka?-

Luka denegó mientras metía a Plagg en la bolsa de su camisa ganándose una queja por parte de este quien estaba conversando alegremente con el pequeño kwami del dragón.

-Podríamos ir a cenar-

La invitación de Luka impresiono un poco a Nathaniel, pero considerando la coquetería de Luka que casualmente solía mostrar, especialmente a sus admiradoras, aparto la idea de una cita romántica de su cabeza. Hace mucho que se había rendido con eso, especialmente después de la desaparición del rubio, quien simplemente se había desvanecido de la vida de cada uno de sus amigos de París, dejando corazones rotos, especialmente los de dos personas. Aunque tenía que admitir que ellos tenían algo de la culpa.

-No puedo, me toca la guardia hoy-

-¿No le tocaba a Ladybug?-

Preguntó curioso Luka.

-Solo le estoy haciendo un favor-

Respondió Nathaniel antes de transformarse y salir del lugar dejando pensativo a Luka.

-¿Intentando conquistar al niño bonito?-

Plagg salió de su camisa y se posicionó sobre su hombro. Luka lo observo por un momento antes de exhalar y sonreírle.

-No. Solo somos amigos. Además, no quiero jugar con sus sentimientos-

Plagg permaneció un minuto en silencio.

-No volverá ¿verdad?-

-No creo que lo haga-

-Joven Agreste, el avión esta por aterrizar-

Desde el cielo, sus esmeraldinos ojos avistaron la ciudad de parís, enfocándose principalmente en la torre Eiffel, y cerca de ese lugar, la escuela a la que hace diez años solía asistir, y justo al otro lado... su casa.

-Adrien, ¿está todo bien?-

La compañera sentada frente a él lo veía con preocupación, sabía que él era el que menos quería viajar a Francia, o eso había dado a entender en el set cuando le dijeron que debía de grabar unas escenas en un set francés.

-Estoy bien-

Adrien se levantó de su asiento y se dirigió al baño. Abrió su camisa suavemente y dejo salir al Kwami que se resguardaba en ella.

-¿Listo Nooroo?-