Broken Wings ||Lukadrien||

Especial de Navidad

Joyeux Noël à tous

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Adrien salió del baño y caminó despacio a lo largo de toda la habitación vestido solo con la bata de seda traslúcida de color turquesa, la refrescante tela caía en picada rozando la piel de sus muslos y luciendo el resto de su esbelto cuerpo que temblaba sutilmente por los nervios, su rostro se encontraba totalmente sonrojado y sus dos hermosas esmeraldas brillaban cálidamente dejando a las lágrimas de la vergüenza escabullirse entre sus rubias pestañas. Había deseado con todas sus ganas la llegada de este día como ningún otro, una navidad al lado de su amado cantante escuchando sus versos amorosos y sinfonías relajantes acompañadas de su metódica voz. Luka, sentado en la cama, sostenía la guitarra entre sus manos acariciándola cuerda por cuerda y pegando el instrumento a su torso desnudo.

-Cuando yo era pequeño, mi padre me decía que el corazón de las personas se podía interpretar a través de la música, que podías darte cuenta a raíz de como toca un instrumento o del tipo de música que escucha- habló dirigiendo su vista al joven blondo que brillaba como un sol resplandeciente por su pálida piel y rubia cabellera bajo la luz de las velas con las que iluminaban la habitación.

-siento que tenía razón y a la vez no- dijo mientras dejaba de tocar- yo creo que sus acciones y las palabras con las que se expresen cuentan igual, después de todo, nos enamoramos de la personalidad también.

Luka se levantó de la cama posicionando el instrumento de madera a un lado del borde del buró, relamiéndose los labios ante la vista que el Adrien le ofrecía al no llevar nada puesto bajo los tejidos de la tela, se encaminó en dirección al rubio quien no movió ni un músculo manteniendo oculto su miembro cubriéndolo con ambas manos, Adrien se había sorprendido al ver que la tela no dejaba nada a la imaginación y se preguntó por que había dejado escoger a Luka lo que quería que él usara ese día.

Como un niño pequeño, Adrien se dejo llevar por la vergüenza que sentía y se sentó sobre la alfombra de color vino posicionando sus manos sobre su pecho tratando de ocultar la lívida piel que traspasaba llamativamente la prenda, los sonidos de los pasos de Luka golpetearon sus tímpanos estremeciéndolo y mareándolo.

Luka se detuvo en frente suyo, se agachó hasta llegar a la altura de su cara y colocó ambas manos en sus mejillas apretando suavemente con sus dedos la tersa piel del rubio. Estaba casi en su límite, y definitivamente Adrien no lo ayudaba dedicándole una tentativa mirada llena de lujuria y miedo, abriendo levemente los labios y sacando la punta de la lengua, el cálido aliento que salía de su boca fue absorbido por Luka fundiéndose en el interior de sus pulmones. El calor derritió sus alveolos y sopló sobre los labios del rubio disimulando perfectamente los nervios que él también había acumulado.

-¿Confias en mí?- preguntó besando la frente de Adrien, quien lo miro confundido y avergonzado ante el tibio contacto -¿Me crees capaz de hacerte daño?- susurró Luka dulcemente recorriendo con sus labios toda la cara de Adrien hasta llegar a su colorada oreja atrayéndolo hacia él.

Adrien soltó un leve quejido, su cuerpo se sacudió mientras meneaba la cabeza en negativa.

-Se... que no lo harás- habló con dificultad el rubio disfrutando el contacto de las manos de su pareja sobre su piel.

Luka deslizó una de sus manos de la mejilla de Adrien a su cuello, mientras que con la otra jaló el listón que sostenía la estorbosa prenda, se deshizo del nudo y contemplo como la tela caía dejando la espalda de Adrien descubierta, aún siendo sostenida por el rubio por la parte de enfrente apretándola con fuerza sobre su pecho.