Dios.
Quiero volver a mi casa, ahora mismo mi cabeza me duele haciendo que me sienta mareada.
Ver a mi ex, es algo que no había planeado. Se suponía que lo había superado. Que su estúpida presencia ya estaba lejos de mí.
Él estaba allí, parado con sus dos ojos miel y su perfecto traje. Su mirada se entrelazó sin problema con la mía, encajaba con un puzle. En su cara había un destello de pena.
Eso me dolió.
Fue la misma que el último día que nos vimos. En aquella estúpida presentación de su empresa. Como odio haberme comportado como una cobarde.
Dafne tú no eres así.
Soy demasiado frágil en cuanto al pasado. Mi oscuro pasado, todo se vuelve borroso en mis recuerdos.
Son solo pequeños recuerdos, no tengo nada ni a nadie en esta vida de mierda. Me encuentro más perdida que antes. Cuando creo que todo va a mejor una voz dentro de mí me niega esa felicidad.
Me da náuseas intentar recordar mi infancia.
¿Porque?
¿Esto es normal?
¿Me estoy volviendo loca?
¿Tiene que ver con ese maldito psiquiátrico de él que me habló mi antigua profesora?
Ves, ahí está, ese estúpido dolor de cabeza, cada vez que hago el mínimo esfuerzo por recordar.
Arde.
Es como un dolor punzante cerca de mi nuca, como un clavo ardiente clavándose en mi cerebro.
Necesito respuestas.
Y las quiero ahora.
*
Son casi media noche, estoy sentada en mi escritorio con la cara pegada a la pantalla de mi ordenador. Necesito averiguar algo sobre quién era antes de haber creado esta armadura fría y distante que me hace ser menos humana.
Doy un sorbo a mi café recién hecho que se encuentra apoyado en la mesa, y me dispongo a buscar una palabra que cada vez que la nombraba o escuchaba todo me daba vértigo.
CRYROOM.
Me producía una sensación escalofriante, sin ningún motivo. Sé que algo tiene en relación a mi pasado, es una palabra clave, como una puerta con cerradura que no me deja avanzar.
Escribí la palabra en el buscador, con un poco de miedo porque podía encontrar. No sé si estaba preparada para saber de qué se trataba.
Sin pensarlo más apreté la tecla.
En menos de un segundo aparecieron muchas páginas hablando de algo que me llamo la atención.
Esas páginas hablaban que era una sala que se encontraba en lugares de ocio, como cines o sitios dirigidos a un número alto de personas.
En esta sala las mujeres de la época podían entrar con sus bebés para no molestar a las demás personas si se ponían a llorar. Apartando la necesidad de llorar en un bebé como si fuera una rareza enjaulada.
Eso me pareció muy extraño e hizo que me planteara muchas cosas.
Seguí buscando información sobre si había un psiquiátrico con ese nombre, pero no había nada de información sobre su existencia. Mi ex-profesora tenía razón, no era legal sus tratamientos porque no había ni rastro de ese loquero.
Creo que debería llamar al número de mi antigua profesora para obtener respuestas, pero la verdad es que no me considero psicológicamente estable en este momento para averiguar cosas sobre mi pasado.

ESTÁS LEYENDO
CRYROOM
RomansaDafne una universitaria con carácter muy audaz, se enfrenta a episodios psicológicos del pasado, un pasado que poco recuerda por culpa de una misteriosa clínica ilegal. "CRYROOM" Demasiadas preguntas que serán difícil despejar de su cabeza. Y dejan...