Capítulo 11. El día de después.

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No sé qué hora es cuando un golpe me hace despertarme. Observo lo que hay a mi alrededor, pero aquí todo está en calma. Es entonces cuando me doy cuenta de que estoy en la habitación de Sarah, pero no recuerdo cómo he acabado aquí. Todo me da vueltas y la cabeza parece que está a punto de estallarme, así que decido levantarme para ver si encuentro alguna pastilla en la cocina.

Cuando salgo por la puerta, no se oye ni el más mínimo ruido. Para llegar a las escaleras, paso primero por delante de las dos habitaciones de invitados y la habitación de los padres de Sarah(nos dijo ayer que había cerrado esta última con llave por si acaso). Cuando paso por delante de la primera, veo en su interior a Lucy y Jake durmiendo en la cama. Estoy a punto de llegar a las escaleras cuando paso por en frente de la otra habitación de invitados, y lo que veo en ella hace que me detenga en seco. En la cama de matrimonio veo a Jude y Alex, acostados uno en frente del otro. No puedo evitar sonreír cuando veo que Jude está dormido, pero Alex está despierto, acariciándole la mejilla. Continúo caminando y bajo las escaleras de puntillas, intentando no hacer mucho ruido. Cuando llego al salón, Sarah y la chica rubia, Meghan, están acostadas en un sofá, mientras que Josh y Landon están en el otro. Sigo para la cocina, y cuando entro encuentro a James sentando en la encimera.

-Ey.-me dice.

Muevo la cabeza levemente como saludo. No me apetece hablar con nadie, y mucho menos con él, así que ignoro su presencia mientras abro y cierro cajones intentando encontrar alguna pastilla.

-¿Qué buscas?-me pregunta. No quiero contestarle, pero sé que si no lo hago insistirá, así que le doy una respuesta breve.

-Una pastilla.

-¿Para qué?-insiste. Pongo los ojos en blanco.

-Para el dolor de cabeza.

-Demasiado alcohol ayer, ¿eh?-bromea.-A mi también me duele la cabeza. Yo creo que es de todo lo que mezclé ayer, aunque casi ni me...

-No me importa lo que hicieras ayer.-le corto, dejando de abrir cajones y girándome para mirarlo a la cara-No me importa lo que hagas nunca. 

James se queda mirándome en silencio. No puedo soportar estar en el mismo lugar que él, por lo que salgo de la cocina en dirección al jardín.

-¿Alison?-escucho a Landon preguntar cuando me ve pasando por el salón como un rayo. No le contesto y sigo hacia delante, hasta que abro la puerta y salgo al jardín, que está desierto.

-¡Joder!-grito, cogiendo un balón que hay en el suelo y dándole una patada, haciendo que caiga al otro lado de la valla. Sigo hacia delante y encuentro un juguete en el suelo, que probablemente sea del hermano de Sarah. Lo cojo y lo tiro hacia la otra punta del jardín. Hago lo mismo con todo lo que me voy encontrando, porque estoy tan enfadada que necesito sacar la rabia por algún lado. No sé cuánto tiempo llevo así cuando oigo una voz a mis espaldas.

-¿Alison? ¿Qué haces?-pregunta Landon. 

-¡Vete!-exclamo, dando pasos hacia atrás conforme él se acerca a mí. Las lágrimas comienzan a acumularse en mis ojos, y por mucho que parpadeo no consigo que se vayan.

-¿Qué te pasa?-pregunta, esta vez con la voz más calmada. Se acerca a mí poco a poco, como si temiera que fuera a pegarle en cualquier momento.

-¡No le soporto!-exclamo, y las lágrimas comienzan a caer por mis ojos.

-¿A quién?-cuando dice esto, ya está justo delante de mi. Me pone las manos en los hombros y me mira directamente a los ojos.

-¡A James! ¡No lo soporto! ¡Le odio!

Landon me mira con los ojos entrecerrados. Entonces, parece que una bombilla se enciende en su cabeza, y me mira como si acabara de comprenderlo todo.

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