La chica anonima

34.

Los primeros días fueron fatales, sentía que no existia. Nada me daba fuerzas, lo único que hacía era dormir, leer sus cartas y escuchar su música.
Las tres primeras semanas dormí en su cuarto. Sus padres se dieron cuenta que yo dormía allí por eso me invitaban a comer aunque me hablaban poco y nada.

Hacia los trabajos y pruebas por internet. Me sentía muy mal y mí madre fue a hablar al instituto.

Después de dos meses me levanté y salí a buscar trabajo. Si, deje la escuela.

Adelgase mucho por eso ahora voy al gimnasio para descargarme y al menos cuidarme.
Ya no salgo de casa sin un paquete de cigarrillos y mucho menos una de sus cartas.

Voy todos los días al cementerio a verla. No dejo de llorar.

Encontré en su habitación una caja que decía mí nombre.
Había muchas cosas.
En un costado había una cajita azul y allí muchos papeles chiquitos:

Joan tiene unos muy lindos ojos

Joan no deja de sonreír

Joan siempre logra hacerme reír

Joan es muy divertido

Joan es mí mejor amigo

Quiero mucho a Joan

Creo que me enamore de Joan

Joder me enamore

Eso me destroza el alma, pensar que yo la quería muchísimo y siempre la quise pero más que una amiga. Me obligue a mí mismo no enamorarme por qué siempre supe que ella merecía a alguien mejor.

En un costado había una fotografía.

Mel estaba sobre mí espalda; tenía su pelo suelto y un lindo vestido celeste pastel junto unas sandalias del mismo color. Yo tenía la remera azul que siempre le gustó.
Ambos sonreiamos de oreja a oreja, nuestra alegría brotaba por nuestros ojos.

Guarde esa foto y note debajo que había una cadena. Es de oro, tiene una pequeña cruz también de oro.
Decidí colgarla en mí cuello.
Encontré su diario, decía muchas cosas que me partía en miles de pedazos haciéndome más débil. En una hoja decía:

Día 27 de Abril

Estoy decidida. Mí vida es una gran mierda. Ya no lo soporto. Hace dos días deje de tomar las pastillas y comencé a cortarme más de lo normal.

Ayer estaba por terminar con todo pero quiero hacer algo antes de matarme.

No quiero terminar de existir sin vencer uno de mis miedos, al menos uno.
Por un momento voy a dejar de ser invisible y hacerme notar.

Voy a ir deferente y decirle todo a Joan, después me voy a ir a casa, obviamente llorando por qué se van a burlar de lo mierda que soy, y en ese momento lo voy a hacer...

¡Ahg! Soy muy corbarde como para ir y decirle enfrente....

Soy buena escribiendo, quizá si hago cartas servirá de algo.

✓Mel

Ese mismo día hizo la primer carta y al día siguiente fue donde comenzó todo.

Por cierto, cuando pude levantarme de la cama junte las cartas fotocopiadas y las lleve a una casa para hacerlas un libro. Y a las semanas conseguí venderlas a una editorial.
Cada día que voy me acuesto al lado de Mel y leo nuestra historia.

Admito que pensé en matarme pero no sería lo que quisiera Mel, ella quisiera que siga con mí vida. Eso voy a hacer pero jamás la voy a soltar.

Que descanses en paz Mel

Hice este capítulo por qué una amiga me pidió que lo siga, creo que es una buena manera de que sepan que sucede con Joan.

Mi_Nombre_es_Val