Capitulo 3

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Me pare con la espalda recta y estrille dedos. Mason saco una bola de agua de su mano y me la lanzo, las gotas cayeron antes de tocar mi brazo y empujarme suavemente. Saque el agua de los canales que habían en el suelo y los convertí en una ola, se la lanzo y el creo otra y chocaron. Una pequeña ola me toco los pies y un escalofrío me recorrió.

- Eres mala. - dijo en tono burlón.

- Si. - dije.

- A ver como superas esto. - dijo mientras creo una ola gigante y desapareció entre la ola.

- ¿Dónde esta? - dije en voz alta. Algo me arrastro y me ahogo, estaba debajo de una ola, Mason se tele transporto junto con la ola. Una ráfaga de viento salió de mis manos y lo empuje con todo y ola. Me caí en el suelo con un golpe sordo.

- ¿Cómo demonios hiciste eso? - pregunto la voz de Mason a lo lejos, no lo podía escuchar muy bien. ¿De que habla?

- ¿Hailey? - trate de ponerme de pie pero no pude. - Espérate. - dijo mientras me ayudaba a pararme, me condujo hacia el mueble que estaba en el fondo de la pared.

- ¿Que paso? - pregunte. Mi cabeza giraba y estaba mareada.

- Tomate esto. - dijo mientras me daba un frasco con unas pastillas color blanca y un vaso de agua templada.

- Gracias. - dije. Me imagino que me dio las pastillas del mareo que tienen un efecto rápido. Mi cabeza paró de girar.

- ¿Cómo hiciste eso? Sólo tienes el poder del agua, no eres de el viento. - dijo.

- No lo se, lo mas seguro fue un error, o una combinación de defensas. - dije tratando de buscarle una explicación lógica. Yo también estoy confundida.

- No lo se. ¿Te sientes mejor? - me pregunto algo desconcertado.

- Si, sí. - dije, la voz me temblaba y tenía el cabello mojado, mi uniforme estaba empapado, igual que el de Mason, solo que el pelo estaba un poco seco.

- Bueno, toma. - dijo extendiéndome una toalla color blanca. El tomo la suya y se secó el cabello. Hice lo mismo.

- Bueno, ahora solo entrenamiento físico, sin poderes. Me diste escalofríos.

- Soy una Monroic, mira mis ojos. - dije. Me puse de pie y camine suavemente hasta llegar al centro. Lance un puñetazo a la mandíbula de Mason, el lo esquivo. El me lanzo una patada y me tumbo al suelo.

- Auch. ¿Te estas vengando?

- Puede ser. - me ayudo a ponerme de pie.

- Me volvió a lanzar una patada y lo aguante por el pie, lo empuje y el se giró y me golpeo un costado. Gemí de dolor y me arrodille, deslice una de mis piernas por el suelo y lo tumbé. Seguimos así en todo el entrenamiento. Salimos de la sala de entrenamiento y Mason me dejo un papel en la mano. Me sonrió y se fue.

Abrí el papel y leí la nota:

"Mañana en la biblioteca prohibida a las 12:00 a.m"

- ¿Qué? Esta loco, si nos cachan nos van a asesinar. - dije en voz alta. Mire a mi alrededor, espero que nadie me haya escuchado. No, no hay nadie.

Camine hacia las duchas y me desvestí, estaba completamente sola. Las paredes son color rosa pálido y el amueblado es de un ropero lleno de toallas blancas y cosas de higiene personal. Abrí las puertas de madera color marrón oscuro y tome una de las toallas y un jabón. Me quite la camisa y el pantalón y los lance por el tuvo que llevaba a la lavandería. El tuvo de la lavandería es lo bastante grande como para yo poder lanzarme por el. Las empleadas saben de cada quien es la ropa así que no hay problema de que se confundan. Me quite la ropa interior y me puse la toalla alrededor de mi cuerpo. Entre al pequeño cubo que contenía la ducha, todas las duchas son iguales y parecen un pequeño almacén. Cerré la puerta y puse mi pulgar en el identificador, ese es el seguro para que nadie pueda entrar. Me quite la toalla y la ducha se activó sola, estaba fría pero no me importa, me metí bajo el agua y cerré los ojos, veía mis mechones negros mojados en mi piel pálida. Un dolor me recorría las costillas, lo más seguro fue la patada de Mason. Me lave el cabello y me enjaboné. Termine mi aseo y me aleje de la ducha, se apagó cuando me aleje. Tome la toalla y pulse el botón de salida, me amarre la toalla alrededor de mi cuerpo y recogí mi cabello. Estaba empapado pero se seca rápido por suerte.

Camine hacia los vestidores hasta que recordé que tenía que pasar por el vestidor de los chicos, acelere el paso. No quiero encontrarme con Mason. Llegue a mi vestidor desapercibida, eso creo. Mire a mi alrededor buscado una señal de Lisa y su bola de seguidoras. Ya estaba seca a excepción del cabello. Me puse la ropa interior sin quitarme la toalla, todo truco que las chicas conocen. Me quite la toalla con cautela y mi cuerpo sintió un golpe de frío: Lisa. Me puse la toalla lo más rápido que pude y busque señales a mi alrededor, pero no había nadie. ¿En qué estoy pensando? Olvídalo. Me volví a quitar la toalla y abrí mi laurel, me puse la camisa blanca manga larga y la falda, luego la corbata y el chaleco. Saque mis medias y mis botas, me senté en el banco y me puse las medias y las botas. Busque mi bulto y cerré el armario, salí y me encontré con Lisa.

- Aquí como que apesta a algo. - dijo pasando una mano, una y otra vez por su nariz.

- ¿No será tu pésima personalidad? - dije con un tono de voz suave. Me marche sin permitir que contestara. Camine lo más rápido posible hacia el gran salón. Ahí es donde todos cenamos.

- Has estado perdida un rato. - la voz de Claire me interrumpió. Estaba con Zack, el es alto, tiene los ojos oscuros y la piel acaramelada. La mayoría de los Dumclures tienen la piel oscura y los Monroic tenemos la piel pálida, aunque algunos son las excepciones.

- Me distraje un poco. - dije. Llegamos hasta la puerta de caoba del gran salón. - Vamos a cenar.

- Si, porque muero de hambre. - dijo Zack.

- Tu siempre tienes hambre. - dijo Claire.

- Típico de los Dumclures. - dijo apretando a Claire.

***
En media Mason

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