Capitulo 37

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No sabía que rayos estaba haciendo,pero sé que es lo correcto, asesinar a Leo o perecer en el intento... la muerte me pone trágica.

- Mal chiste Hailey, mal chiste. - reprocho mi subconsciente.

- Cállate, dejame divertirme aunque sea un poco, si como quiera moriré. - respondí.

- Estas segura de querer hacer esto? - preguntó Leonard.

- Bueno, o lucho por mi vida, o me asesinas. Como que no tengo mucha opciones, ¿no crees? - comenté totalmente sarcástica. Al parecer el sarcasmo le divierte a Leonard, ya que tiene una mueca de diversión en el rostro. Ese rostro que solo quiero patear.

- Es una lástima tener que asesinarte Hailey. Tienes unos dotes increíbles. - y de la nada, me encontraba en el suelo, mi brazo dolía, ya que habia caído sobre el. Mire hacia adelante y me di cuenta que la luz del día ya estaba culmimando y que pronto nos cubriría la oscuridad de la noche. Se los dije, me pongo poética en los peores momentos. Pero no era momento de pensar en eso. Me incorporé lo más rápido que pude y lancé fuego, Leonard lo logró evadir. Me atacó con una ráfaga de viento y me agaché. Giré mis manos y lance fuego. La chaqueta de Leonard se encendió. Salí corriendo hacia adentro de la escuela y corrí con todas mis fuerzas. Escuchaba los pasos retumbar contra las baldosas, tenía miedo, mucho. No se que pasaría pero trataría de detenerlo a como de lugar. De nuevo, estaba en el suelo, no sentía mi pierna. Me dispuse a mirarla y vi como la piel estaba en carne viva, tenía la piel quemada. Mire hacia alfrente y vi a Leonard caminar con paso decidido hacia a mi. Su rostro reflejaba satisfacción, estaba logrando torturarme, lenta y suavemente. Me arrastré con los brazos hacia atrás mientras el se acercaba. El miedo me consumía, no sé que hacer. Mire a mi alrededor y divisé una fuente. Hice que explotará y envolví a Leonard en una burbuja de agua, lo manipulé con mis manos, pero requería demasiado de mi energía, no podría mantenerlo mucho más ahí y el encontraría una forma de salir pronto, tenía que actuar y ya. Invoque las raíces de los árboles que rodeaban la escuela, hice que el agua abandonará a Leonard y rápidamente lo atrapé entre las ramas de los árboles, pero el fue más rápido y consiguió incendiarlas. Las ramas se incineraron y las cenizas cayeron al suelo.

- Querida Hailey, tus poderes son grandiosos, pero para tu desgracia, no sabes manejarlos. - dijo sonriendo. Respiró profundamente, la pierna ardía, sentía como si aún me estuviera quemando. Leonard lanzó una bola de fuego en mi dirección y logré evadirla con una pared de agua. Nuevamente volví a ver otra bola de fuego, traté de hacer otra pared de agua pero lo que logre hacer fue una pared de fuego, la bola paso como si nada a través de mi pared, traté de alejarla con una ráfaga de aire. Rode hacia el marco del salón de Defensa personal. Las chispas cayeron en mis brazos. Leonard seguía tirando bolas de fuego, caían cada vez más cerca de mi. Cerré los ojos, y pensé en que pasaría si logrará invocar un rayo. Gire mis manos y trate de concentrarme en que pasaría si mezclo elementos. Me concentre en todos ellos, todos. Respire hondo y abrí mis ojos. Leonard estaba más cerca de lo que pensaba y una bola de fuego se dirigía a mi. Rode hacia fuera del salón y corrí arrastrando mi pierna. Me teletransporté y llegué a la puerta principal de la escuela, donde todos estaban peleando contra todos. Musaics, contra Monroics. Se lograban ver como bolas de fuego, atravesaban el aire. Olas gigantes envolvían Musaics. Raíces de árboles envolvían a más Musaics y Musaics elevados en el aire. Me dio la impresión de que estábamos ganando la batalla. Me dispuse a buscar a Mason y a Claire. Entre las multitudes, pero no los encontré. Algo me tomo por el hombro y me impulsó hacia atrás, lo cual provocó que mi espalda impactara contra las escaleras. Dolía como nunca.

-¿Creíste que te escaparías tan fácil de mi? - Leonard lanzo una sonora carcajada que hizo que se me erizara la piel.

- Ya estoy harta de ti. - me levanté lo más rápido que se me hizo posible. Y le lancé un puñetazo a su mandíbula, sólo retrocedió un poco. Su rostro mostraba sorpresa. - Esa fue por mis padres. - di un giro en el aire y con mi pierna le golpeé las costillas. - Esa fue por Jake. - le volví a golpear la mandíbula. - Por Claire. - le golpeé la nariz. - Por todos los Monroics. - hice que una ráfaga me elevará y aterricé sobre su estómago, consiguiendo hacerle lanzar un gruñido. - y esa por todas las personas que has lastimado. - Escupió sangre. Se reincorporó y me miró con odio. Mire sus ojos y estaban rojos, estaba tenso y una pizca de miedo me invadió. No Hailey, no cedas ante el miedo, eres una las Monroic más poderosas, no te des por vencida ahora.

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