Destiny

Capitulo 20

Salí y Mason estaba en la terraza sentado y concentrado en su celular. Me vio y lo apagó, entró y lanzó el celular sobre la cama... se metió en el baño sin dirigirme una palabra. Sali a la terraza y llamé a Claire.

- ¿Hola? - pregunté.

- ¡¡¡Hailey!!! - gritó desde el otro lado del teléfono mi amiga.

- ¿Que paso? - pregunté rápidamente.

- Ah, hubo un problema de seguridad y emmm... pues... - se le corto la voz o ya no quería seguir una de de dos.

- Claire, ¿que pasó? - pregunté con un poco de curiosidad.

- Bien, me dijeron que no te dijera nada... se metieron a tu cuarto y te dejaron un mensaje. - dijo.

- ¿Quienes? - chillé, mi acuarto es como mi santuario.

- Los Musaic's... - fue un susurro apenas audible.

- ¿¡Que que!? - chillé.

- ¡¡Damn!!, Hailey... Ahi viene Rebeca, buenas noches. - dijo en susurros.

Cortó la llamada y yo aún seguía impactada. Los Musaic's definitivamente tienen algo conmigo... no se que quieren de mi... ¿matarme? ¿Entonces porque tomarme a mi en especifico? Recuerdo el ataque de Leo y los pelos se me pusieron de punta, también recuerdo lo del centro comercial, no se que rayos está pasando, pero de algo estoy muy segura... lo voy a averiguar.

Narra Mason

Cerré la puerta del baño y me encontré a Hailey en la terraza, con las manos puestas sobre la baranda mirando el vacío, o tal vez si miraba algo. Claro, miraba a un par de estudiantes de Tiasgo brincar y saltar como niños pequeños. Esta vez me dispuse a mirarla bien, tiene el cabello negro y lacio, los ojos grises como los mios, la piel blanca como yo, me llega a la barbilla de estatura, no es muy grande... eso me gusta. Tiene una figura estilo reloj de arena, arriba y abajo, pero no en exageración... eso también me gusta. Su voz es hermosa y su sonrisa mucho más. Ella hacia ver esa pijama horrenda, bella. Todo en ella es perfecto... por lo menos hasta donde la conozco...

- Hailey... - susurré cuando deslice la puerta de la pequeña terraza.

- Dime, Mason. - dijo sin mirarme aún.

- ¿Sabes que? - dije, tratando de hacerlo más interesante.

- ¿Que? - preguntó.

- Que yo te admiro. - me miró confundida, como si no entendiera de lo que estoy hablando. - Te admiro, por lo mucho que aguntas las cosas que te hacen, te admiro porque haya pasado lo que haya pasado hace par de años con tus padres en el accidente sigues aquí de pie y enfrentando lo que venga, Hailey eres excepcional. - dije.