~Narra Bea ~
Suena el despertador, bajo a la cocina, me hago el desayuno cuando baja alguien las escaleras, miro y es Jesús.
—Buenos días— le digo en un tono amistoso.
—Buenos días, ¿cómo has dormido?— me responde seguidamente con una sonrisa.
—Regular, me cuesta acostumbrarme a las camas que no sea la mía. Es una manía que tengo.
Ríe—es la primera vez que escucho eso.
—Seré la única a quién le pase— intento coger los cereales pero no llego.
—Seguro— te cojo los cereales.
—Gracias— sonrío.
—De nada, ¿quieres que te enseñe la ciudad? — le pega un mordisco a la tostada.
—Claro, ¿crees que tu hermano y María acabarán juntos?- le pregunto.
—Yo creo que no, son muy diferentes y con todo lo que pasó las estadísticas bajan. ¿Tú que crees?.
—Pues la verdad no lo se.
Seguimos hablando hasta que desayunamos, subo a mi habitación, me pongo un top negro con unos pantalones cortos blancos y unos zapateos con plataforma, me maquillo y bajo.
—Oviedo, ¿dónde estás? — grito.
— Aquí— escucho su voz desde el garaje, está arreglando su moto
—¿Vamos a ir en moto?—le pregunto.
—Claro, ¿te parece bien?- me mira.
—Nunca me he montado en ninguna— digo sincera.
—¿Por alguna razón en especial?—deja el trapo en un lado, me tiende un casco.
—Pues no, no se ha dado la situación— lo cojo.
—Pues esta va a ser tu primera vez— sonríe y se monta.
—Eso parece— me monto detrás agarrándome a él.
—¿Preparada?.
—Sí.
Nos vamos, pasamos un largo tiempo en la moto hasta que llegamos a la Puerta del Sol.
—Vamos— me da la mano para ayudarme a bajar.
—¿Has estado alguna vez aquí?.
—No.
Sonríe.
Vemos un montón de monumentos.
—¿Podemos comer algo? Estoy hambrienta.
—Claro, aquí cerca hay un restaurante muy bueno.
—Pues vamos.
Nos sentamos y pedimos.
—Esto parece una comida romántica —río.
—Eso parece— ríe—¿porqué te viniste con María?.
—Me apetecía relajarme y alejarme un poco de todo.
—Vale, ¿y tienes novio?—me atraganto al escuchar la pregunta.
—No, ¿y tú?— lo miro.
—No, ¿hace cuánto fue tu última relación?.
—Hace seis meses, ¿y la tuya?.
—Hace casi un año ya— sonrío.
—Me lo estoy pasando muy bien—admito.
—Yo también —sonrío, terminamos y nos vamos.
—¿Confías en mí?— me pregunta.
—Sí— le respondo sincera, me tapa los ojos con una cinta, me pone el casco y nos vamos.
—Por cierto, ¿qué tienes la cinta guardada como Christian Grey?—río.
—Obvio— ríe.
Noto que se para la moto, me coge, me pone en el suelo, me coge las manos y me guía.
—Jesús, ¿a dónde vamos?—le pregunto.
—Es una sorpresa. Cuando te diga ya, abre los ojos— me quita la cinta, me da la señal, abre los ojos, lo primero que veo es un estanque con patos rodeado de flores, de árboles y de hierva.
—Me encanta— le abrazo cayéndonos al suelo. Se acerca a mí, me besa, se lo sigo.
A la hora volvemos a casa.
Veo a Dani, me acerco a él —¿dónde está María?— le pregunto.
—En su habitación — asiento y subo.
Toco la puerta— María, ¿puedo pasar?.
—Sí— me responde.
Cuando entro, la veo metida en la cama tiritando, me acerco— ¿estás bien?— le toco la frente.
—No, me he llevado mucho tiempo metida en la piscina.
—¿Llevas mucho tiempo así?— cojo una manta y se la pongo por encima.
—No, me acabo de meter en la cama.
—¿Quieres que vayamos al médico? — le pregunto.
—No, estoy bien, seguro que se me pasará, ¿porqué no se lo has dicho a Dani?.
—No quiero que lo sepa ni su hermano ni él.
Cierro la puerta, enchufo el calefactor, miro la temperatura en el móvil, 20°.
Me tumbo a su lado, la abrazo.
—Gracias— me sonríe.
—No es nada— le sonrío.
Al rato me voy a mi habitación ya que hacia mucha calor y me duermo.Para el próximo capítulo {5 coment + 15 mg/votos}.
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No Es Una Historia Corriente [JDOM] #PGP2018
Novela JuvenilBea y María son dos amigas de Barcelona, Jesús y Daniel dos hermanos de Madrid. Sus padres son amigos, en verano se tendrán que ver todos los días. ¿Se llevarán bien o mal? ¿Se soportarán? ¿Se enamorarán? ¿Habrá engaños y mentiras? ¿Que pasará cuand...