*Narra Jesús*
Son las 09:00 de la mañana, el cielo está nublado, así que cojo unos pantalones de chándal negros, una camiseta blanca y una sudadera del mismo color que el pantalón, me pongo mis deportes y salgo a correr. Al filo del escalón está el perro mirándome con cara de ansia como si supiese que voy a salir, así que cojo la correa roja y salgo con él.
No me apetecía mucho adoptar un perro pero a Bea sí, cuando me lo dijo tenía un brillo en los ojos que nunca se lo había visto por lo que decidí acompañarla. Además que ella quería que a mí también me gustase ya que iba a estar todo el verano con él. Fuimos al refugio más cercano en coche, estuvimos unas cuantas horas mirando perros, hasta que vino uno a mis pies y me miró, ella lo cogió y vió que era el perro perfecto. Tuvo un "amor a primera vista" con un perro, o eso me dice ella cada vez que se acuerda de cómo sucedió todo. La ví tan feliz que no pude negarme a aceptarlo.
Durante el camino de vuelta a casa estuvimos hablando sobre el nombre, a ella le gusta Coco, a mí no. Ese tema aún está en el aire pero bueno, seguramente se lo dejaré elegir a ella porque me gusta verla feliz, bueno, me gusta en general.
Aún no se lo que somos, no lo hemos hablado, no se si ella sentirá lo mismo que yo, espero que sí porque ya me he habituado a su olor, a su calor, a su presencia, a ella. Recuerdo ese magnífico beso en el parque con ella. Ojalá se repitiese. Pronto le pediré salir, lo haré.
Bajo de mi nube cuando siento que alguien me persigue, en el reflejo del coche veo a un chico con una sudadera negra y una capucha, aligero un poco mi paso para llegar antes a casa.
Lo primero que escucho cuando abro la puerta es:
—Pues pídele salir tú.
—Es que no se si le gusto.
—Se ve de lejos, cuánto antes lo hagas mejor— dice María insistente.
—Buenos días— les digo entrando por la puerta. Están desayunando cereales en la mesa de la cocina.
—Buenos días— responden a la vez.
—¿De dónde vienes?— pregunta María.
—De correr— lleno un vaso de agua y bebo.
—Te ha salido el chico deportista— mira a Bea, yo me atraganto con el agua.
—¿Estás bien?— me pregunta Bea, yo asiento.
—Bueno y... ¿Vosotros qué sois?— pregunta María dejando su vaso en el fregadero.
—Amigos— responde Bea rápido a lo que yo la miro.
—¿Sabéis algo de Daniel?— pregunta Bea cambiando el hilo de la conversación.
—No— responde Jesús triste.
—¿Y tú María?— todos me miran.
—Ehh... Me mandó hace tiempo un mensaje— me limpio las manos.
—¿Porqué no nos lo has dicho?— pregunta Jesús furioso.
—Sólo me preguntó que cómo estábamos y me dijo que se había ido a otra ciudad.
—¿A dónde?, ¿porqué se fue sin decirnos nada?—pregunta Bea.
—Sólo me dijo eso, no se nada más. Bueno tengo que irme— sale de la cocina y sube a su habitación.
—No me convence— miro a Bea.
—Ni a mí.
—Lo encontraré— dejo el vaso de agua y salgo de la cocina.
—Jesús, ¿a dónde vas?.
—A ducharme.
—¿Quieres salir conmigo?— pregunta rápido y nerviosa.
Sonrío. —Claro que quiero—me acerco a ella y la beso. Me separo cuando el perro me está mordiendo el pantalón.
—Él no está de acuerdo en esta relación— sonrío y ella ríe.
ESTÁS LEYENDO
No Es Una Historia Corriente [JDOM] #PGP2018
Ficção AdolescenteBea y María son dos amigas de Barcelona, Jesús y Daniel dos hermanos de Madrid. Sus padres son amigos, en verano se tendrán que ver todos los días. ¿Se llevarán bien o mal? ¿Se soportarán? ¿Se enamorarán? ¿Habrá engaños y mentiras? ¿Que pasará cuand...