Lección Seis

1.2K 96 109
                                    




Pareja:KaraIchi

Autora:DarkAmy-chan (Amy-chan), Candy Nyu, Alexys

- Hablan

- Recuerdos

Nota: Todo está bajo el punto de vista de Karamatsu.

oOoOoOoOo

Los Personajes de Osomatsu-san no me pertenecen, son del Maestro Fujio Akatsuka

oOoOoOoOoOo

Let me teach you

Lección Seis

Aun podía visualizar en mi mente el instante en que me dispuse a abrir aquel manga yaoi. Estaba nervioso, ansioso por saber que podía mostrar, enseñar para seguir con nuestras lecciones.

¿A quien estaba buscando engañar? Estaba solo en casa en esos instantes, y mis ojos buscaban con rapidez alguna señal de intimidad entre los protagonistas. Porque aunque no lo dijese, no lo exteriorice, desde que me di cuenta de mis sentimientos por Ichimatsu, no dejo de tener sueños húmedos con su persona. Era insoportable contenerse, aparentar que nada pasaba, comportarse como un buen hermano mayor que solo deseaba ayudar; cuando en verdad solo añoraba enterrarme en su interior hasta verle pedir clemencia.

Era asqueroso. Horripilante. ¿Cómo podía desear a uno de mis hermanos? ¿Qué era lo que ocurría conmigo?

Me había aprovechado de la buena fe de Ichimatsu, orillándolo para que aceptase mi ayuda, para que se olvidase de ese chico que tenía interés en él, netamente por puro egoísmo. Lo quería para mi. Que sus ojos solo viesen mi figura, que sus tiernos arranques llenos de vergüenza solo fueran capturadas por mis pupilas.

¿Que más bajo podía caer? Oh. Si. Ahora no bastaba solo con anhelar sus besos, sentir su cálido aliento mezclándose con el mío. Mi cuerpo pedía más, exigía tocar más de lo que mis dedos han percibido. Porque sí hemos tocado partes del otro mientras nuestros labios se devoraban mutuamente, pero hemos logrado detenernos cuando nuestra excitación comenzaba a manifestarse en nuestros sexos. Todas esas veces habían sido extremadamente complicadas, más que nada por la cara de My little Kitten. Sus expresiones se estaban llevando mi vida poco a poco junto con mi cordura. Era indescriptible lo que me hacía sentir, lo necesitado que me dejaba luego de detenernos, de no querer cruzar aquella línea de lo impropio, más de lo que ya la hemos cruzado.

He perdido la cuenta de cuantas veces he terminado en el baño, calmándome a mi mismo mientras mordía mis labios en un intento de que nadie me escuchase.

Por eso al ver aquellas escenas fuertes en dicha novela, fue imposible no dibujarnos en sus lugares. En desear ser yo quien te hiciera sentir bien, en que te robase el aliento mientras nos volvíamos uno solo. Estaba seguro que me apretarías en extremo, que tu calor sería inolvidable.

Te quería tanto, que cada minuto a tu lado era una tortura, un recordatorio de que lo nuestro tenía fecha limite. Era un castigo que no podía dejar aún, no quería. Todo un Guilty Guy.

Pero en estos momentos era completamente distinto. No podía creer donde me había traído Ichimatsu, a pesar de que lo sospechaba con cada paso mientras nos dirigíamos por las oscuras calles de la ciudad. Pero parte de mi no lo concebía. Aun ahora mismo no lograba entenderlo del todo. Y por más que veía a my little Kitten en búsqueda de respuestas, solo me topaba con una mirada esquiva, con sus mofletes llenos de vergüenza. ¿Podría ser que él también quisiera...? ¿Sería solo parte de las lecciones?

Let me teach youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora