Lección Cuatro

1.1K 111 100
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Género: Romance/Humor/Drama

Pareja: KaraIchi

Autora: DarkAmy-chan (Amy-chan), Candy Nyu, Alexys

- Hablan

- Recuerdos

Nota: Todo está bajo el punto de vista de Ichimatsu.

oOoOoOoOo

Los Personajes de Osomatsu-san no me pertenecen, son del Maestro Fujio Akatsuka

oOoOoOoOoOo

Let me teach you

Lección Cuatro

Un suspiro escapaba de mis labios mientras abrazaba a un gato de color negro que estaba sobre mi regazo. No tenía idea de cuantos días habían pasado desde esa noche, desde mi práctica de besos con ese Mierdoso, pero no he logrado apartarla de mi mente. Esa lección junto con todas las que vinieron después.

¡Estaba cayendo cada vez más! Y con ello mis nervios iban en aumento. ¡¿Como se supone que me voy a olvidar de todo eso?!

Otra vez perdí en el pachinko... ─ Sorprendido di un pequeño salto el cual espantó a mi amigo felino. Y es que para variar me había sumido en mis pensamientos, en esos recuerdos, que inclusive la llegada de Idiotamatsu me había sorprendido. Incluso mis orejas de gato habían emergido entre mi cabello del impacto. ─ No tienes porque alegrarte tanto por la llegada de tu niisan, Ichimatsu-kun

Iba a rasguñarlo, juro que iba a quitarle esa sonrisa de bobo que siempre portaba. Más porque a pesar del susto, se atrevía a pasar uno de sus brazos por mis hombros.

Ichimatsu. ─ Habló de pronto seriamente, desconcertándome. ¿Habrá pasado algo? ¿Se habría dado cuenta de que yo con Karamatsu...? ─ ...¿Tienes dinero que le prestes a tu niisan favorito?

¡¿Qué?! ¡Era suficiente!

Iba a arañarlo, pero mis garras solo acertaron a la nada, para segundos después ser tirado de espaldas por esta persona, sujetando mis manos con una de las suyas. ¡¿Como se atrevía a registrarme en búsqueda de dinero?!

No seas malo con tu niisan, Ichimatsu-kun. ─ Iba a matarlo cuando me soltase. Esta vez no iba a poder escaparse, menos porque ahora no paraba de hacerme cosquillas. Era imposible, insostenible no ponerme a reír cuando estaba tan empeñado en provocar eso en mi. ─ Si me das unos yenes, consideraré detenerme...

Let me teach youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora