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Pareja:KaraIchi
Autora:DarkAmy-chan (Amy-chan), Candy Nyu, Alexys
- Hablan
- Recuerdos
Nota: Todo está bajo el punto de vista de Ichimatsu.
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Los Personajes de Osomatsu-san no me pertenecen, son del Maestro Fujio Akatsuka
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Let me teach you
Lección Ocho
Desde un rincón de las aguas termales observo a Karamatsu, apreciando como seguía con el mismo semblante desde que le he estado ignorando. Mis manos se empuñan bajo el agua antes de darme cuenta.
¡Ese maldito no recuerda nada de lo ocurrido!
Iba a destruirlo. ¡¿Como se atrevía a hacerme eso, y olvidarlo por estar completamente bebido?! Estaba cabreado, frustrado, con deseos de partirle la cara de bobo que tenía. Pero cuando estaba por maldecirle internamente, una vez más, algo me decía que estaba siendo observado. Fue ahí que me percaté de la mirada de mi hermano mayor, el cual no despegaba su atención de mí, para luego irse hacia donde ese Doloroso.
Avergonzado por creerme descubierto me puse de pie ante la vista de todos, ignorando sus interrogantes por mi actuar, sus preguntas consultándome a donde iba.
Necesitaba estar solo, meditar sobre esta situación. Lo que había pasado anoche, las miradas de ese Mierdoso, sus palabras y toques aún estaban impresas en mi mente, en cada parte de mi piel. Si seguía así jamás lograría sacarlo de mis pensamientos, de mi corazón.
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¿Quién iba a pensar que este lugar estaría cerca de una playa también? Este lugar era perfecto para perderme en mis pensares, para torturarme como siempre al recordarle mientras observo el vaivén de las olas.
Ni siquiera sabía cuánto llevaba ahí, pero al notar como el cielo comenzaba a teñirse de naranjo y purpura, me percaté que las horas habían transcurrido demasiado rápido, tan diferente a las emociones que seguían impresas en mi interior de solo recordar la noche anterior. Negué con intensidad ante mis pensares, ante esas memorias que tanto deseaba dejar atrás por pavor. ¿Por qué debía ser tan difícil siempre? O sea. Ya era complicado el hecho de ambos ser hombres, como para aderezarlo con el condimento de ser hermanos. Peor aún. Éramos un calco si no fuera por pequeños detalles.
Maldición. Todo era sumamente depresivo. Si tan solo la marea se llevara esta presión que sentía a la altura de mi corazón, todo sería tan diferente.
