CAPÍTULO 10

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Capítulo 10: Descontrol.

JASON

19 de octubre, 2013.

— ¡Bájame, Axel!  —chista Jessie.

Axel se carcajea con más intensidad ante los chillidos inaguantables de una cabreada Jessie.

—No voy a bajarte, bomboncito —responde él—. Te extrañé tanto que ahora no quiero apartarme de ti.

—Pero debes apartarte de mí —replica—. Por favor, Axel.

—Solo si me das un beso.

— ¡Jason! —me mira a través de sus espesas pestañas, suplicante.

Decido que voy a cobrarme las veces que me ha hecho cabrear en el tiempo que lleva en mi apartamento. Sonrío ampliamente y paso una mano por mi cabello que no deja de crecer, además de que ya es hora de que me lo vuelva a teñir.

— ¿Tratas de decirme algo, Jessie? —pregunto inocentemente colocándome detrás de Axel, quien la carga sobre su hombro cual saco de papas. Río cuando me observa ceñuda, esa es una clara mirada de «me las pagarás».

—No voy a besarte, Axel. Primero termina la secundaria y en la universidad hablamos.

—Uh, te ha llamado niño —indico.

—Lo es. Y tú también lo eres, Jason —acusa.

Río; sin embargo, a Axel no parece hacerle gracia porque baja a Jessie de forma repentina, dejándola sobre el suelo y con una expresión que nunca había visto en él. No sé cómo, pero la tensión comienza a expandirse a nuestro alrededor como una extraña e incipiente nube, mientras mi hermana y mi amigo se observan con determinación; excluyéndome.

Pese a que me siento incómodo, decido mantener silencio. Esto ocurre en apenas unos segundos hasta que Axel enarca una de sus cejas y señala:

—Sí, eres demasiado madura para mi gusto, Jess.

¿Me perdí de algo? Porque no estoy entendiendo una mierda.

Jessie se encoge de hombros y sonríe; casi parece aliviada.

—Vaya, Axel...

—Bien, creo que voy a buscar algo de tomar —informo—. No follen en mi sofá, planeo utilizarlo luego.

Me encamino a la cocina con pasos perezosos e ignorando la conversación que inician Jessie y Axel. No estoy interesado en saber qué pasa entre esos dos. Cojo uno de los vasos y abro el refrigerador, dispuesto a servirme un poco del jugo de naranja que preparó Jessie, cuando súbitamente mi móvil comienza a vibrar en el bolsillo de mis vaqueros. Gruño guardando el vaso y cerrando el frigorífico.

La foto de una linda rubia frunciendo sus labios y sin nada de maquillaje aparece en la pantalla. Inconscientemente sonrío deslizando el dedo por la pantalla táctil para contestar.

Princesa.

Pelirrojo —responde—. Qué bonito es escuchar tu voz por teléfono.

—Lo mismo digo. ¿A qué debo tu llamada?

— ¿No puedo llamar a mi... uh... —vacila—, a mi pelirrojo extremadamente caliente?

—Sigues subiendo mi ego —río—. A Axel al parecer le gusta mi hermana.

— ¡Buena elección! —exclama—. Tu hermana es guapa, si yo fuera lesbiana, ella sería mi tipo.

—Eres tan... inusual. ¿Es normal que me hagas sonreír continuamente? Mis mejillas van a entumecerse.

— ¡Jason! —Chilla—. No me digas esas cosas, que suenas tan cursi. Yo te regalaría mis bragas, literal, yo te las daría.

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⏰ Última actualización: Jun 01, 2018 ⏰

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