Bésame [Versión original]

CAPÍTULO 07

Capítulo 07: Besos deliciosos (Parte I).

ROSIE

Empezaba a preocuparme. Me preocupaba lo que empezaba a acontecer... me preocupaba caer en la tentación.

Alice no deja de hablarme y yo lo único que logro articular es un débil: ajá. Siendo honesta, no tengo la más remota idea de lo que me habla, era algo sobre ropa, sí... la verdad es que ni siquiera hago el amago de aparentar estar concentrada en la conversación; es bastante evidente que mi cabeza está en otro lugar.

—Y entonces él fue tan...

¿Quién? ¿El vendedor de ropa? ¿Qué?

Caigo en cuenta de que su parloteo no es sobre ropa, sino que es un tema de clasificación A, lo que se traduce a: chicos y sexo. Como mi lado curiosa se interesa de repente, le presto atención y ella sonríe.

—Fue divertido, ya sabes. Hubieron muchos juegos... —ríe recordando algo—. Lo disfruté muchísimo. Nunca me había sentido así con nadie, lo juro.

— ¿Tuviste sexo? —Estoy un poco perdida en la conversación—. ¿Con quién? No puedes no darme detalles. Eso es un tema importante.

—Creí que me estabas prestando atención —miro hacia otro lado y ella gruñe. No es mi culpa, Jason me ha dejado un poco atontada—. Fue con Brent.

— ¿Brent? —cuestiono—. ¿El amigo de Jason?

El nombre del pelirrojo suena bien en mis labios, y no puedo evitar que se note que la sola mención de su nombre evoca un cambio en mi humor. Se llama deseo y curiosidad. Esas dos cosas me mueven hacia Jason de forma ágil, pero el sentido común y mis reglas no me permiten caer en él.

—Sí, ese Brent —afirma.

Conocí a Brent hacia unas semanas..., o bueno, no "lo conocí" sino que lo vi a lo lejos cuando él y Darrell charlaban fuera del instituto. Él no estudia en el High Wish, pero, al parecer, es muy buen amigo de Darrell, Axel y Jason; quienes siempre están juntos. Son como el grupo despertador de hormonas en la institución. Las chicas se le pegan como lapas; incluso he visto a algunas que le mandan cartas con Darrell —quien es el más discreto y callado— a Brent.

Brent es un rubio bastante atractivo. No tuve el placer de verlo de cerca, pero según Alice sus ojos son dos piedras de un azul intenso y sus labios son buenos en el arte de besar —palabras de Alice, no mías—. Su espalda es ancha y es de compresión delgada sin llegar a ser desgarbado. Alice asegura que posee una buena forma y yo también lo creo porque a simple vista es demasiado sexi como para no tenerla. Es muy alto, quizá de la misma altura que Axel y sus brazos están bien formados. Es caliente.

Y Alice se cogió a ese bombón, o ese bombón la cogió a ella. Como haya sido, mi amiga tiene suerte.

—Él es como un chico soñado. Debes contarme más.

—Es buenísimo en la cama; es lo único que te diré. Tómalo como un castigo por no escucharme cuando te hablo.

— ¡No puedes hacer eso! —chillé—. ¡Es injusto!

— ¿Qué es injusto? —Chris deja su bandeja de comida sobre la mesa y toma asiento a mi lado. Lo miro pidiendo permiso y cuando me sonríe, cojo la barra de chocolate junto a su jugo—. Te saldrán espinillas si comes mucho chocolate.

—No me lo recuerdes. No puedo ser feliz en esta vida —mascullo.

—En fin, ¿de qué hablaban? —inquiere Chris.

—Clasificación A —es lo único que contesto mientras doy una mordida a la barra de chocolate.

Oh, este momento, este pequeño momento, se llama felicidad.