CAPÍTULO 04

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Capítulo 04: ¿Y si te compro un helado?

JASON

— ¿De verdad no te interesa?

Axel entrecierra sus ojos, observándome; su ceño se frunce ligeramente cuando la pregunta sale de sus labios. Suelto un bufido, hastiado de su insistencia en lo mismo; no podía estar interesado en Rosie, la conocía hacía un día y eso fue suficiente para saber cuán incompatibles somos.

Trato de ignorarlo concentrándome en la clase del maestro Cooper. Arte, sin duda alguna, se ganaba el puesto como la materia que más me gusta; sin embargo, no consigo entender nada, y eso se debe a una razón: Axel no deja de mirarme esperando una respuesta —respuesta que ya le he dado como unas tres veces—. A veces sí que podía ser insistente o el problema estaba en que, al parecer, me encuentro hoy más malhumorado que de costumbre.

Axel pisa mi pie por debajo de la mesa. Me quejo en tono bajo.

—No me estás prestando atención, Jason —sisea—. Te pregunté algo importante.

—No. Me preguntaste algo estúpido.

Resopla.

—No es estúpido, se supone que soy tu amigo. No tengas vergüenza a decirme que te interesa la rubia nueva. No voy a juzgarte, aunque no parece tu tipo, es guapa.

—No estoy interesado —contesto—. ¿Feliz?

—Depende, un poco feliz sí —dice susurrante—. Pero si te llega a interesar, dímelo. Su rostro... me suena. No sé de dónde, pero te juro que se me hace conocida.

—Tú conoces a todas las chicas, Axel —gruño—. Haz follado con medio mundo.

Ríe ocasionando que la atención de Cooper esté incrustada en nosotros.

Quiero golpear a Axel, de verdad deseo golpearlo.

—Coleman y Davies —nos nombra el profesor—. ¿Su tema de conversación es más importante que mi asignatura?

No contesto.

—Depende. También le estábamos prestando atención —indica—. Hacíamos las dos cosas al mismo tiempo, es un don nuestro.

Esta vez soy yo el que piso fuertemente sobre el pie de Axel; haciéndolo soltar una maldición frente a todo el salón. El rostro de indignación de Cooper es lo primero que noto... luego, veo que unos bonitos ojos avellanas me observan curiosos y divertidos desde su mesa.

—No debería estar tolerando estas conductas, creo que todos aquí tienen la edad suficiente para saber en qué manera los perjudicaría una actitud irresponsable a esta altura. Davies, Coleman; tomen esto como última advertencia.

Cuántas veces he escuchado las mismas palabras de diferentes personas, ya no causan ningún efecto en mí.

»Davies, también quiero sus apuntes de la materia en más tardar una semana aquí sobre mi escritorio, puede que los demás soporten su irresponsabilidad, pero conmigo no será así, ¿ha entendido?

Deseo gritarle que es un jodido profesor de mierda, pero no lo hago. En su lugar, asiento lentamente con la cabeza mientras pronuncio un:

—Entendido.

—Para concluir, he decidido que Coleman y usted no son buenos compañeros en el aula —no me gusta su tono de suficiencia—. Por lo que, pienso que lo mejor es cambiarlos de puesto.

—No importa, a él lo veo todos los días —Axel suspira—. Mejor póngame junto al bombón rubio del frente —hace una seña hacia Rosie—. Yo puedo ayudarla a adaptarse mucho mejor.

Bésame [Versión original]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora