El príncipe invitó al forastero a pasear por la ciudad, y cuando el forastero salió del castillo. Entendió por qué tanto ruido.
En todas parte. Había personas tocando instrumentos. O con animales de todo tipo. Perros. O lobos y hienas que se comportaban como perros. Gatos, y leones, jaguares, tigres, guepardos, que se comportaban como gatos. Elefantes y monos que incluso estaban vestidos.
En las tiendas podías ver cualquier tipo de aparatos raros, y personas con motos o carros muy extraños y de colores brillantes
También máquinas extrañas, algunas construyendo lo que parecía una casa, y otra lo que próximamente sería una escultura.
Había personas fotografiando lo que hacían las demás personas. Y perdonas pintando cuadros y lindos retratos. Perdonas dibujando sobre un lienzo, y personas dibujando o grafiteando murales.
Personas que parecían escribir cosas sobre sus cuadernos. Personas cantando alegremente. Personas haciendo cualquier cosa. E incluso personas viendo lo que hacían las demás personas. Todos sonreían, todos parecían felices- ciertamente, tenía usted razón, si es un poco aturdidor el ruido de la felicidad.
Se sorprendió al darse cuenta de que todos eran increíblemente buenos en lo que hacían. Es más, Todos parecían haber nacido con un talento natural y exenciónal para lo que estaban haciendo
El príncipe explicó que todos empezaron siendo muy malos en lo que hacían, pero se esforzaban en aprender y practicar mucho, eso sumado a la pasión. Los convertía en expertos
El forastero duro varias semanas en la ciudad y se dio cuenta de que en príncipe tenía razón. Los niños no eran tan buenos, pero los veía esforzarse día tras día. Y practicar duramente
- la clave, es no rendirse - dijo un niño que practicaba con su desafinada guitara. - ¿y usted, señor, que le apasiona?
El joven forastero de momento no supo que responder, luego de pensárselo un rato dijo con algo de melancolía: -nada
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El país de Los Sueños (cuento Infantil ) [terminada]
Historia CortaMuy oculta en el desierto, había una ciudad donde las estrellas no brillaban.