If I Were... | KookMin

II ; Father.

—Eres tan desagradable. —Un puño aterrizó en el abdomen delgado del pelinegro y este llevó al instante sus manos hacia el lugar afectado, cerrando los ojos con fuerza como reflejo.

Jimin no sabía que era peor; si que hoy es martes y aun queda toda la semana, o que ya de tantos golpes en la zona comienza a creer que en cualquier momento tendrá una costilla rota.

—¿P-por qué...? —Preguntó abriendo un ojo para mirar al mayor, mientras se retorcía por el dolor en su lugar.

—Por el simple hecho de haber nacido. —Respondió Hoseok cruelmente. Eso definitivamente le había dolido aun más que los golpes, Jimin conservaba todavía un pequeño aprecio por él.

Por suerte, Namjoon hoy no estaba presente debido a que se encontraba ocupado. Solo contaba con la prescencia de Hoseok y Jungkook, quien lo afirmaba para que no se escapara.

Aunque era algo tonto, considerando que apenas si le quedaban fuerzas para hablar.

En aquel grupo todos tenían una razón para odiarlo hasta la muerte. Hasta ahora Jimin nada más conoce el porqué de Hoseok y Namjoon, sin embargo... ¿por qué Jungkook? solía pensar bastante en aquello, intentando descifrarlo.

La razón de Hoseok era el hecho de que su padre engañó a su madre con la señora Park, madre de Jimin y producto de aquello nació el pelinegro.

Él piensa que si Jimin no hubiera nacido, sus padres no se hubieran divorciado y su madre jamás hubiera muerto por depresión. El quiere culpar a Jimin, pero en el fondo sabe que el responsable es su padre, claro que se niega a admitirlo.

Él sólo desquita su sufrimiento e ira estrellando sus puños en el débil cuerpo de su... ¿hermano? mh, no, nunca.

Mientras que la razón de Namjoon es algo triste y nostálgica. Ambos solían ser los mejores amigos, de esos inseparables. Pero había un problema, siempre daban preferencia a Jimin por ser el menor, el tierno, el lindo y a Namjoon lo miraban en menos. El no tenía gracia, no le interesaba a nadie, siempre era Jimin.

Quizás por eso es que pide perdón. Tal vez no tiene la culpa, pero el sentimiento permanece ahí.

¿Y Jungkook? Bueno, él simplemente no quiere hablar. Jimin tiende a pensar que sólo lo odia por entretenimiento, como un hobbie.

No se dio cuenta cuando las posiciones habían cambiado y ahora era el menor quien lo golpeaba. Ya no tenía fuerzas para cuestionar cosas, solo recibiría los golpes, haría como que nada pasó e iría a clases.

Esperaba algún día desaparecer entre los brazos de aquellos chicos y que ellos por fin puedan vivir en paz.

Después de todo, ellos tampoco tenían la culpa.

•••

Caminó lo mas rápido que pudo hasta su casillero, mientras más pronto se fuera de aquel lugar, mejor.

Al abrirlo no esperaba encontrar otra nota ahí. Esta vez era de color azul.

Se apresuró en abrirla para leerla y así poder irse a su casa.

"Si yo fuera el padre de Jiminie lo protegería con mi vida entera, de quien sea y cuando sea.
–JJ."

Sonrió al igual que ayer. Sin saber que estaba bajo la vista de alguien más, tal vez el autor de aquellas notas.

Desearía que esa persona se le acercara a hablar, pero sinceramente, se siente satisfecho con nada más que leer aquello.

Cuando llegó a su hogar, su madre lo recibió bastante bien. Le sirvió el almuerzo, le preguntó sobre su día y como siempre, recogió su plato lleno de comida para lavarlo. Tal vez si la mujer no fuera tan cobarde preguntaría sobre aquello, pues le preocupaba.

Pero la última vez que cuestionó algo a un hombre terminó muy mal. Ella sabía que su hijo no le haría nada, pero preferiría evitar cualquier cosa.

Era preferible callar y ver a su hijo caminar débilmente hasta su cuarto sin haber tocado un bocado, ¿no?

Al llegar a su cuarto revisó si tenía alguna tarea, pero aunque hubiera tarea no la hizo. Sinseramente no sentía ganas de hacer nada, quería recostarse en su cama, cerrar sus ojos y escuchar el silencio irremediable que siempre había en aquella casa.

Y eso hizo, se recostó en su cama y cerró sus ojos, sabiendo que no dormiría ya que lleva un mes sin poder hacerlo.

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