▲Eres mía▲ 🌸MadaSaku🌸

IXX

Han pasado tres días desde que se descubrió toda la verdad y Madara ha sido buscado por todos lados, no tenían dudas de que él los traicionó todos esos años y debía pagar con lo más caro, la pena de muerte y Sakura lo sabía, lo que deseaba, lo que más quería era ver al asesino de sus padres muerto.

Flash Back

—Sakura... —Lo llamó el cuarto Hokage, acercándose a la pequeña niña de cabellos rosados, quien no entendía lo que estaba pasando. —Lo siento mucho... Tus padres ya no van a volver...

—Pero... ¿Por qué...? ¿Dónde están...? —Preguntaba entre pausas, llevando sus manos hacia su pecho mientras que sus ojos se tornaban aún más cristalinos. — ¿Acaso ellos ya no me quieren?...

—Ellos siempre te amaron y siempre lo harán. —Trató de animarla la esposa del rubio, agachándose hacia su altura. — A donde sea que vayas, jamás estarás lejos de ellos, siempre estarán aquí. —Dijo ésto último mientras que señalaba el pecho de ella, justo en la zona en donde se encontraba su corazón. Fue en ese momento que lo entendió, su madre siempre le decía lo mismo con respecto a sus abuelos ya fallecidos, entendiendo lo que la pelirroja le quería decir.

—Te asignaré un tutor, ¿Tienes algún otro familiar cercano? —Preguntó Minato, a lo que la niña negó. — Mh... Ésto será difícil. —Dijo él tratando de pensar en alguna persona para que se hiciese responsable de ella, alguien con quien tuviera una extremada confianza y con quien supiera que no le iba a fallar. Y en un segundo, se le iluminó la mente, sabiéndo perfectamente a quién le asignaría. Miró en cierta dirección, en donde se encontraba esa persona. Éste le miró con una ceja alzada, como creyendo que solo era una mala broma. — Madara, yo sé que puedo confíar en tí.

—No tengo paciencia con los niños. —Dijo sin más, mirando a la pequeña niña quién le devolvió la mirada, pero apenas hicieron contacto visual, una pequeña gota de sudor cayó por su sien, asustada.

—Vamos, te conozco y dudo que algún día tengas esposa o hijos.—Mencionó su superior, a lo que este hizo una mueca de disgusto. — Quizá tengas la oportunidad de que sientas tu lado paternal por primera vez.

—Tengo solo dieciocho, Minato.

—Seguro te entenderás bien con ella. —Le regaló una sonrisa, dejándole claro al Uchiha que se haría cargo de ella quiera o no. — Sakura. —Se dirigió a ella, quien estaba pensando en sus fallecidos padres, pero aún así, lo miró. — Él es Madara Uchiha, él se hará acargo de tí a partir de hoy, ¿Está bien? —Ella fijó su vista en la del recién nombrado, pero dió un brinco del susto al estar bajo su mirada tan penetrante y amenazadora, haciendole saber que desde hoy solo sería un estorbo en su vida.

—Desde ahora comenzarán a vivir juntos, pero ya mañana iremos a hacerte un linda habitación, ¿Sí? —Dijo la pelirroja con una cálida sonrisa, dándole algo de confianza a la oji jade.

—Se pueden retirar, mañana hablamos, Madara. —Volvió a hablar el Hokage, informando que la conversación se había acabado.

—Sí... —Suspiró, derrotado. — Vamos. —Le dijo a la peli rosa dirigiéndole una mirada y así hacerle entender que lo siguiera.

Salieron de la torre del hokage a paso tranquilo, la aldea estaba totalmente destrozada y se lograban ver personas ya muertas debajo de algunos objetos o hasta encima de estos, intimidando a la pequeña niña quien inconcientemente se agarró de la capa de él. Éste al notar su miedo, detuvo el paso, agachándose para así poder cargarla entre sus brazos. Sakura se le quedó mirando algo sorprendida en un principio, pero al entender la indirecta de su mirada, recargo su cabeza en el hombro de él, evitando ver la escena de la aldea destruida. Aunque ella fuera solo una niña de cinco años, siempre fue muy inteligente, así que se le hacía fácil entender a su superior solamente con su mirada.