Las aventuras de Princebug

La carta.

Marian se encontraba en una cita con Nathaly mientras que Andrei los miraba, pero ¿cómo llegó a suceder esto?, para saber la razón más en concreto debemos volver a un punto del día anterior, Marian recibiendo la carta en el sobre rosa.

—¿Qué es esto? —se preguntó Marian al leer la carta que había recibido.

Dentro del sobre se encontraban dos hojas de papel, Marian tomó la primera y la leyó una vez más, pero en vos alta.

—Querido Marian, soy una admiradora tuya y quisiera salir contigo algún día, podríamos tener una cita nosotros solos, pasar todo el dia juntos, claro que sé que tienes una pareja y que se te puede dificultar pasarla con alguna otra chica, pero para esto te diré algo, se tu secreto más grande.

La mayor parte inferior de la carta estaba lleno de varias xxxx y oooo, refiriéndose a besos y abrazos, y al final de esta una marca de beso con un labial rojo, pero no se encontraba el nombre de la chica.

—¿Qué-qué secreto? —dijo asustado mientras quitaba la primera hoja.

Al ver la segunda hoja esta se callo al suelo al igual que varias gotas de sudor en su rostro, cayó de rodillas y su Kwami se acercó a él preocupada.

—¿¡Marian, qué sucede!? —gritó un poco asustada.

—La-la carta, to-toma la carta...n-no puedo creerlo —murmuró lo último desconcertado.

—¿La carta?...veamos......¿¡¡¡Qué~~!!!? —gritó Tikki al ver su contenido.

Tikki leyó la carta y después vio la otra hoja, en la cual se encontraba un dibujo de Marian deshaciendo su transformación de PrinceBug, el secreto más grande del chico había sido descubierto por una persona, una chica en especial.

—¿Cómo lo descubrieron? —pregunto Tikki aún viendo el dibujo.

—Y-yo, lo único que se me ocurre...fue, cuando Andrei se alejó cuando la bese.

—Pero eso sucedió hoy, ¿cómo alguien pudo hacer este dibujo tan rápido?

—Yo, creo que sé quién lo hizo, la única persona capaz de esto es Nathaly.

—¿Nathaly?

—Si, Nathaly.

Repitieron el nombre un par de veces más; Nathaly, aquella chica cuya afición más grande es la de dibujar, la chica que creó una historia en donde Marian era perseguido por villanos y ella era una heroina salvándolo, aquella pelirroja que fue Akumatizada y se convirtió en demo ilustradora, ella había descubierto el secreto de Marian.

—¿Qué debo hacer?...¡todo esto es mi culpa!

—Tranquilo, puede que lo haya descubierto, pero eso no quiere decir que le vaya a contárselo a todos, mira, quiere que la invites a una cita ¿cierto?, hazlo y pídele que prometa no mencionar el secreto.

—Pe-pero, ¿qué sucederá con Andrei?......bueno, creo que no estaría mal salir con una chica además de mi desagradecida novia.

—Estas molesto con Andrei ¿cierto?, no dejes que esas emociones negativas te controlen, ya te dije que algo debió suceder con Andrei en ese momento.

—L-lo se, y no quiero pensar mal de ella, pero, me hizo sentir un poco mal haber sido rechazado de esa manera.

—Marian, no sé cómo puedo ayudarte en estos momentos, solo tú puedes saber que pensar de la chica que juraste amar toda tu vida.

—Tienes razón Tikki, por el momento hay que dormir, mañana va a ser un largo día.

Al día siguiente una voz familiar despertó a Marian, era la voz de su madre que regularmente intentaba hacer que el chico despertara.

—¡Marian, tienes visitas, una chica que dice ser una amiga de la escuela!

Marian hizo su mayor esfuerzo para intentar siquiera abrir sus ojos, tomo su teléfono con dificultad y miro la hora, era una hora antes de lo que normalmente se despertaba.

—¡Dile que no estoy!

—¡Eso no va a ser posible ya que ella!...

—¡Marian querido, vine a visitarte! —gritó la chica.

Marian al escuchar la voz descubrió al instante de quien se trataba, la voz le pertenecía a la misma persona que había mandado la carta el día anterior, cubrió su cabeza con su almohada tratando de fingir que la chica no se encontraba en su casa, pero sus dulces deseos fueron destrozados cuando esa misma persona entro en la habitación de Marian.

—¡Buenos días dormilón! 

Nathaly grito al lado de la cama haciendo que el cuerpo de Marian saltara de su cama por el susto, cayo al suelo terminando a los pies de Nathaly.

—Ughh, ¿puedo saber que haces aquí? —dijo con su rostro pegado al suelo.

—Vine a decirte algo...¡Yo te envié la carta!

—Ya lo sabia.

—¿¡En serio!?

—En serio, después de todo, una persona normal me hubiera mandado una foto, no un dibujo.

—Jeje, bueno, es que no tenia una cámara en ese momento.

Marian se levanto súbitamente del suelo hasta quedar cara a cara con Nathaly, la chica llevaba una enorme sonrisa mientras veía al apenado y molesto Marian, ella estaba sentada de rodillas para poder estar cerca de Marian.

—Bien, puedo preguntarte ¿que haces tan temprano en mi casa?

—Claro, vine para que podamos tener nuestra cita.

—No se si lo sabes, pero, tengo una relación con Andrei, no quiero arruinarlo solo por tener una cita.

—Quieres decir que no quieres que guarde tu secreto y que se lo cuente a todo mundo ¿cierto?

—De hecho te lo agradecería si no se lo contaras a nadie.

—Bien, entonces tendremos una cita.

—Bueno, pero ¿no podía ser después de clases?

—Podría serlo, pero te dije que quería estar contigo todo un día, ademas, te vengo a recoger a tu casa para que Andrei no se entere de esta cita, deberías agradecérmelo.

Marian se levanto por completo del suelo y se limpio la tierra de su pijama, miro de reojo a Nathaly, venia vestida de una forma algo formal, tenia maquillaje ligero en su rostro resaltando sus mejillas y sus largas pestañas, todo esto la hacia ver de una forma muy linda, pero Marian no caería en tentación con alguien ademas de Andrei.

—De acuerdo, déjame arreglarme un poco, unos 30 minutos serán suficientes.

Después de bañarse, cambiarse y arreglar su cabello, Marian salio junto a Nathaly en camino al centro comercial, pasaron a ver una película en el cine, una película romántica claramente, algo muy cliché si se podría decir. Desayunaron en un pequeño restaurante de comida rápida y pasaron la mayor parte de su tiempo viendo tiendas de ropa con Nathaly abrazada del brazo de Marian.

—Jeje, me estoy divirtiendo mucho.

—S-si, yo también —dijo un poco deprimido.

—Veo lo que haces, pero tienes que estar feliz si no, no cumpliré mi promesa.

—Lo sé, pero, realmente me siento mal por engañar a Andrei con esto.

—Oh, ¿en serio?, pero ¿no la engañaste el día de ayer con ChatFille?

—¡Tú!...

—Claro que lo vi, vaya que su relación como héroes se ve muy bien, así que, si pudiste hacerlo con ChatFille, no creo que sea tan difícil conmigo.

Marian sabía que tenía que seguirle el juego en estos momentos, después de todo su novia era ChatFille y si decía que no engañaba a Andrei entonces revelaría su identidad, se tubo que tragar el ser reconocido como alguien que engaña a su novia, pero en estos momentos lo estaba haciendo y lo peor de todo es que la persona que menos quería que lo viera en estos momentos estaba cerca de él.

—Él lo sabe, sabe que bese a Prince.