× Veinte y uno ×

1.2K 98 10
                                    



Me desperté de golpe cuando mi mente dió cierto click de dónde estaba y de que no pase la noche en casa donde ahora mismo está Maron asustada por una fiesta de instituto y sobre todo eso, mi casa al dominio de todos las personas desconocido ahí sin que yo estuviera vigilando donde Tighs en la biblioteca tiene la caja fuerte detrás de un librero, dónde pudieron verlo...

Me senté en la cama mientras frotaba mis ojos, sentí el otro lado frío entonces Vegeta no está a mi lado dándome así cierto desconcierto. Había una notita, la leí rápidamente y me baje de la cama y corrí rápidamente hasta el cuarto de baño para bañarme y encontrarme con Vegeta.

Una vez bañada, el maquillaje se había ido y por lo tanto el moretón en mi ojo es evidente igual que las cicatrices en mi labio y sien, suspire al ver que eso se ve sumamente horrible en mí.

Salí sigilosamente del cuarto completamente vestida ya. Mis ojos se abren exageradamente al verlo parado frente a mí con los brazos cruzados y el ceño fruncido mirándome detenidamente, sus dedos inspeccionaron mis heridas y cerre los ojos dando una maldición.

— ¿Quién te hizo esto?

— No importa — susurre tratando de alejarme, sus brazos me sujetaron de la cintura impidiendo que me alejará de su cuerpo cálido.

— Si importa. Última vez, ¿Quién te golpeó?

Di un gran suspiro cansada.

— Fueron hombres que trabajan para Tapion, la primera advertencia era esta, hacerme daño y si no obedecía era atacar a mis padres incluida tu madre, si yo no me " alejaba " de tí muy seguro es que te mandarían a matar en el tutelar...

Sus ojos negros se quedaron sin expresión alguna tratando de asimilar toda la información dada y sus brazos cayeron, me senté en la cama cabizbaja recordando cada uno de los golpes. Habían sido semanas muy duras que tuve que pasar gracias a este lío de Tapion, su culpa.

Peine mi cabello húmedo con mis manos en un silencio que para mí al menos es cómodo.

«¡Hijos de puta!» exclamó molesto dándome la cara otra vez.

— ¿Por qué no me habías dicho?

— ¡¿Y como Einstein!? Si todo el jodido tiempo estuviste como una nena chillona sin dejarme darte UNA sola explicación — reclamé y era lo que quería decirle desde hace una semana. Mis labios temblaron en alerta de que iba a llorar y odio con todo mi alma ser una enclenque tonta.

Vegeta frunze el ceño mirándome, hice lo mismo para desafiarlo con la mirada hasta que él decidió darse por vencido aceptando su error. Y decidí proseguir con todo lo que me guarde al ver que no está dispuesto a seguir hablando.

— Fueron las peores semanas que tuve que pasar y no sé qué me paso, no quería saber del mundo y solo quería estar sola dándome una tortura constante ¡Fue horrible! Y tú me dejaste sola sin dejarme hablar, no iba a ser una rogona pero admito que el orgullo me gano más.

Vegeta se recargo en la pared cerrando sus ojos mientras intentaba decir algo aunque yo jamás le iba a obligar a decir " Lo siento " por qué sabía que es demasiado tanto para él como para mí. Me puse de pie y lo abrace escondiendo mi rostro en su cuello mientras respiro tranquila, Vegeta acarició mi cabello unos minutos hasta que nos separamos un poco para poder vernos.

— Sabes que soy igual de orgullosa que tú, somos caprichosos hasta los huesos pero yo quiero sacarlo de mi pecho, te quiero muchísimo y puedo decir que ... te amo... — me sonroje al decir lo último — Y no sé cómo pasó esto, una noche simplemente me di cuenta que no puedo sola por qué necesito de tu cariño y ayuda.

Bad romance × Vegeta ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora