Veinte seis.

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5 AÑOS DESPUÉS «

Aspiré el olor nuevamente de Seattle, un olor lleno de recuerdos. Recogí mi maleta y entonces el recuerdo de cuando llegue por primera vez aquí me golpeó, la última vez me habían sacado los policías del aeropuerto. Mire a la ventana mientras bajaba en las escaleras eléctricas, está vez esperaba no tener que correr detrás de un bus para llegar a mi destino. Mi pecho sube y baja con emoción de volver a ver a mi hermana.

Salgo del aeropuerto y cojo un taxi.

Durante el camino observo algunos cambios en la ciudad. Recargo mi cabeza en el asiento mientras cierro mis ojos y espero que el camino no sea tan largo, cinco años estudiando en la universidad de Washington. Había ido primero a ver a mis padres solo unos cuántos días para después llegar a Seattle como mi segundo destino y el más esperado por tantos años, en vacaciones nunca volví, cinco años en Washington sin darme un vuelta por estos rumbos. Al llegar, el taxista me ayuda a bajar mi maleta, al irse inhaló lentamente, mis ojos se ponen en la casa de mi hermana un tanto cambiada. Toco el timbre con desesperación.

Y la puerta se abre, dejando ver a una niñita de cabellos rubios y ojos negros comiendo una manzana verde, su vestido color morado y su pelo recogido en una coleta alta y despeinada.

— ¿Hola? — su voz infantil me hace sonreir, sé que no me conoce para nada. Perdí contacto con mi hermana desde hace unos dos años.

— Mmm. Hola peque ¿Está Tighs?

Levanta su ceja rubia y ladea su rostro tierno. Antes de que me pueda contestar la toman de la mano y la jalan detrás de la persona: Tighs me mira con asombro y ambas nos quedamos en un silencio profundo, estudiando a cada una.

— ¿Bulma? — susurra. Asentí con la cabeza, mi hermana inmediatamente se lanza para abrazarme fuertemente, su perfume llega hasta mis fosas nasales, siempre dulces. Su hija nos ve con curiosidad mientras sigue comiendo.

— ¡Pero estas muy guapa y grande! ¿Dónde quedó mi Bulma de antes? — reí con ella.

— Oh vamos solo cambie un poquito mi look. Pero ¿Cómo está Bunny? — la niña sonrió detrás de la pierna de su madre mientras se menea.
Años había nacido antes de tiempo, aunque todo había salido bien por supuesto y es lo único que me sabía de la hija de mi hermana.

Entre a la casa, el frío realmente me estaba matando allá afuera. Habían cuadros familiares por todos lados, todo era más hogareño.

— ¡Pasa! Estaba haciendo de comer para Bunny, Broly viene más tarde — Comento mientras apaga la estufa, Bunny se sienta en el comedor. Tighs se había salido de trabajar para poder cuidar al cien porciento a su hija. Esta niña, me da tanta ternura, el año pasado comencé a creer que sería estupendo tener hijos y tuve que reprimir mi risa al recordar cuando alguna vez pensé que estaba embarazada a una edad temprana.  ¿Cómo es que hubiera sido mi vida?

***

— ¿Todo sigue igual? — Negué con mi cabeza ante su cuestionamiento. Resplo y recargo su espalda en la silla. Acabé de doblar mi ropa y mire a la cámara de la computadora.

— Me voy a quedar con mi hermana mientras encuentro a dónde ir, pienso ver a Goku me había comentado que también vendrá a la casa de sus padres ... ¿Cuando volverás tú?

Vegeta rodó los ojos por qué siempre le estoy preguntando eso. Aveces de broma aveces en serio pero él sabe cuando esto es enserio como en esta ocasión, seguía en Europa y solo hablamos por videollamadas de horas y horas.

— Estoy tratando de que sea rápido todo esto debes tener paciencia — dijo entre dientes conteniendo su desesperación — Esta acabando toda esta mierda así que tendrás que esperar.

Bad romance × Vegeta ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora