Invitación

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Un brazo chocó contra su pecho desnudo y suspiró. Siempre supo que no tenía que haber dejado que el hombre que estaba a su lado durmiera en la misma cama con él. Incluso, dejarlo quedarse después de tener sexo. Dios, había caído ante el encanto de tan odioso hombre, pero era un amante pésimo. Demasiado pegajoso, lento de mente, amargado y ni siquiera era caballero. Era otro cerdo pervertido de clóset que necesitaba follar. Se preguntó qué pasó por su mente al dejarse embestir por tal pedazo de idiota.

Cuando algo empezó oler mal, se quedó viendo asombrado al joven a su lado. Park Jimin odiaba que se tiraran gases. Sí, era natural, ¡pero vamos! no lo haces en casa ajena, menos después de haber tenido sexo. Bastante asqueado, se levantó de su cama para irse corriendo a encerrar en el baño. Eran las siete y ya debería estar preparándose para ir a sus clases.

Sin embargo, la imagen desalentadora que mostraba el espejo era algo que no podía soportar. Veinticuatro años, soltero y medio que sin poder perdonar la traición de su ex. Aún podía recordar ese día como si fuese ayer y el dolor como algo de cada día, aunque no era el amor lo que extrañaba, sólo rabia y desconfianza en la gente. Las ojeras horribles, sus pómulos raquíticos. Sabía que estaba exagerando, que algún día encontraría alguien como Hos... No, el hombre perfecto no existía. Así que debía resignarse a tan sólo una vida horrible.

ꟷ Bebé, ya me voy. Supongo que nos veremos luego, porque estuvo muy rico- dijo una voz ronca pero bastante desaliñada.

ꟷ Seguro- "seguramente cambiare de número telefónico y la clave de la puerta, fue el peor sexo de mi vida, pija inservible". Pensó mientras ingresaba al agua tibia, esperando que su mal humor mañanero se fuera.

Vaya, hasta eso se había llevado el innombrable, toda su felicidad y buenas vibras. Quizás y sólo quizás, debería tomarse unas vacaciones y hacer una retrospectiva de su vida. Cambiar unas cosas y listo, volver a ser el de antes. Si tan sólo fuera fácil.

Su madre le había dicho que tuvo que haber exigido el matrimonio antes, quizás así no se hubieran distanciado. Y su padre le dijo que él lo sospechaba porque ya no pasaban tanto tiempo juntos. De todas formas, sus padres con sonrisas de culpabilidad le dijeron que no podían odiarlo, porque era un "buen" niño. Hasta sus propios padres lo traicionaron, estaba seguro que el innombrable les había conjurado un hechizo y se seguía viendo perfecto ante los ojos de sus padres.

ꟷ ¡Culo de durazno!- el grito de Jin lo desconcertó, pero no iba a salir de su refrescante ducha. No señor.

ꟷ ¡Si sabes que ese culo desapareció ¿no?!

ꟷ ¡¿En serio estamos discutiendo sobre eso?!

Y si, era bastante estúpida la discusión sobre que su trasero abultado ya no lo era. Aunque eso no era culpa del innombrable, su lindo trasero despareció porque no llevaba una buena dieta y rutina. Algo de lo que estaba conforme ya no estaba, se había desaparecido de su vida también.

ꟷ ¡Ya! ¡Necesito que le digas al vecino que me fui y desaparecí!- la voz de su rubio amigo se escuchaba algo desesperada.

ꟷ ¡¿Irte a dónde?!

ꟷ No sé, fuera del país. Yo ya no estoy.

ꟷ ¿Qué le hiciste a Nam hyung?

Abrió la puerta del baño con una toalla enrollada en su pelvis, mientras miraba enojado a su amigo. Seokjin y Namjoon no eran prácticamente los mejores amigos. Se conocieron cuando el rubio se mudó y pues bueno, Namjoon la regó al tirar su café sobre él. Desde entonces empezó su odio. Aunque también eran muy buenos amigos, cosas así. Se aconsejaban el uno al otro y aunque Jimin deseaba que esos dos estuvieran juntos. Aquello no iba ser posible.

La boda de mi Ex [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora