5. Soy

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Alec ya había abierto la boca para responder, cuando Isabelle se puso de pie, haciendo que todos la miraran: -Yo se la presenté a Alec. Es una amiga de una amiga.

Alec la miraba confundido, sin llegar a entender la mirada de su hermana de "Cállate y, por favor, no lo arruines".

Reina miró con curiosidad a la chica que era muy parecida a Alec. Era obvio que ella y el chico de gafas sabían perfecto quién era ella y dónde se conocieron. Y debía quererlo mucho para estar mintiendo por él.

Los ojos del padre de Alexander se entrecerraron hacia su hija. -Y si sabías que ella -habló de reina como si fuera una cosa- era real, ¿por qué dejaste que avergonzara a tu hermano diciendo que no existía? Pudiste haber dicho algo, Isabelle. Por dios.

Los labios de ella se fruncieron. -Sabía que Reina iba a venir. Ella nunca le fallaría a Alec. Ahora si nos disculpan, iremos a retocarnos el maquillaje.

-El maquillaje de Reina es perfecto -dijo Alec, con una sonrisa tímida.

Reina le sonrió y acarició una de sus mejillas que se puso caliente al instante.

-Gracias, cariño. Aprecio que lo notes. Pero nunca está de más un momento de chicas -ella le guiñó y Alec empezó a balbucear alguna incoherencia.

Maryse también se estaba levantando, y estaba por invitar a Clary, cuando Isabelle dijo: -¡Ya volvemos!

-Tu novia es... -dijo Robert, ignorando la mirada confundida de su esposa-, muy bonita, Alexander. Y parece que tiene carácter. No te ofendas, hijo, parece totalmente la clase de amiga que Isabelle tendría, pero no es la clase de novia que esperaba para ti.

Alec, en lugar de agachar la mirada, como seguramente Robert esperaba, la sostuvo mientras decía: -Afortunadamente a mí, que es a quien debe gustarle, me parece perfecta para mí.

Todos lo miraron sorprendidos. Alec no solía rebelarse contra su padre, el que hubiera conseguido novia era el claro ejemplo.

¿Qué había cambiado?

* * *

Reina se detuvo frente al espejo. Su mirada se encontró con la de Isabelle Lightwood en su reflejo.

-¿Entonces eres la novia de Alec? -preguntó Isabelle.

Reina sonrió. -No soy la novia de Alexander. Nos conocimos hace unos días. Y creo que tú y el chico de gafas...

-Simon.

Reina le restó importancia con un movimiento de su mano. -Sheldon y tú saben quién soy yo, ahora dime por qué mentiste.

Isabelle asintió. Le gustaba ella...él.

-Simon fue quien le dijo a Alec que fuera a Edom cuando mi papá lo obligó a buscarse una novia. Y yo lo animé. No sé por qué lo hice, sabía que ahí no encontraría novia... Bueno no, miento, creo que sé por qué lo hice. Pensé que, cuando viera a personas como él, como tú, entendería que no hay nada de malo en él, que se atrevería a defender su orientación frente a mi padre. Alec tiene mi apoyo y lo sabe, pero necesita aceptarse él primero.

Reina sonrió, una sonrisa triste. Parte de eso ella lo entendía. Aceptar quién eres y defenderlo. Él, como Magnus, tuvo que hacer eso solo, hasta que encontró su alma como Reina.

-Creo que te salió mal.

Isabelle se rió. -Sí, bastante mal. Mira que volver con una novia. De Edom. ¿Por qué lo estás engañando?

Reina se giró, para mirarla de frente y no en el espejo. -¿Perdón? Yo no engaño a nadie. Tu hermano es un poco... ¿lento? No sé cómo no lo notó...

-Entonces, ¿por qué estás aquí?

-Porque Alexander me contó de su padre. Y porque quise ayudarlo.

-¿Y qué harás cuando mi papá sepa quién eres tú en realidad, qué eres? ¿O cuando Alec lo sepa?

-Yo soy una persona como cualquier otra, gracias. Eso es quien soy y lo que soy. Y no lo van a saber. Es mi único día en el papel de novia, sólo quiero que Alec demuestre que puede, que tu padre lo deje en paz. Ahora, si me disculpas, voy a realizar mi mejor actuación. Y algún día, cuando Alexander abra los ojos, dile que estoy orgullosa de él. Orgulloso de él. Espero que no sea tarde.



CONTINUARÁ...

Final de este maratón, ¿cuál quieren después?

Queen (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora