La enfermera retiró la aguja de mi brazo remplazándola por un algodón, mi herida la había cubierto con la fina sábana blanca para no preocupar a mi madre. Me vestí con su ayuda y al fin salí de la sala. Aparecimos en la sala de espera y vi a mi padre hablando con Luke animadamente, reí al deducir que se empezaban a caer bien. Nos miraron a mi madre y a mí y Luke no dudó en abrazarme casi de inmediato.
–¿Qué te han dicho?
–El tumor no es tan grave ya que no he presentado los síntomas principales. – Sonreí, y se separó dándome un beso de esquimal. Es decir frotamos nuestras narices cariñosamente por diez segundos. Mi padre empezó a reírse y mi madre con él, se susurraron algo y se fueron a firmar unos papeles en la recepción, dejándonos solos.
–Quiero hacer muchas cosas en dos días. – Me susurró, sensualmente en el oído. Me estremecí y me puse de puntillas para poder susurrarle.
–Yo también. – Reímos, al mismo tiempo y salimos del hospital.
Lo primero que hicimos fue ir a la heladería de la esquina, tenía buena pinta con sus paredes rosa chillón y carteles de color pastel, en el mostrador habían un desfile de tartas de todos los tamaños y porciones posibles, y con colores que ni siquiera sabía que podían aparecer en estas. Luego en un lado habían dulces con relleno, sin relleno, con chocolate, crema… Se me caía la baba ahora mismo.
–¿Qué desea? – Preguntó, una señora de unos treinta y tantos, vestía una camisa blanca con un delantal de rayas rojas.
–Mh… Una porción de tarta de queso y… – Miré a Luke, el cual se había parado en la vitrina de los helados, me acerqué y toqué su hombro.
–Ah, sí, yo quiero helado de galleta y crema. – La chica, asintió, y fue recogiendo el pedido mientras nosotros elegíamos mesa.
Era pequeña y de plástico amarillo, las sillas eran azul marino pero a la vez cantosas, este sitio era colorido y con ganas. La chica se acercó a la mesa con un plato y una copa, los dejó sobre la mesa e hizo una reverencia antes de volver tras el mostrador. Cogí la cucharilla que se apoyaba en el plato de color negro y di partí un poco, lo llevé a mi boca y disfruté de su sabor dulce.
–Parece que te gusta. – Sonrió, él estaba saboreando su helado aun con la cuchara en su boca, con los ojos cerrados. Volvió por otra cucharada pero en vez de llevársela a la boca le di un trozo de mi tarta. – Ñam, ñam. – Dije, restregándole la crema de la tarta por la mejilla.
–Oh… Te vas a enterar. – Murmuró, pasando su frío helado por mis labios y manchando esta vez mi mejilla hasta la nariz.
–¡Oye, yo al menos te dejé probar mi tarta! – Refunfuñé, cruzándome de brazos, intentando sonar enfadada. Agarró su cuchara de nuevo y saboreó de nuevo su helado. Me giré a también continuar con mi tarta pero él me lo impidió de la mejor manera. Un beso con sabor a helado de galleta y crema.
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Way of looking. || L.R.H [EDITANDO]
FanfictionChristine, una chica poco tímida y vocal de una banda. Conocerá a 5SOS en pleno concierto en Sydney, lo que ella no esperaba, era encontrar su mirada supuestamente "predestinada". ¿Crees en el amor tras un intercambio de miradas? [Nominada a los p...