Durante todos los años siguientes hasta 2019, nuestra relación fue un sube y baja de emociones con las que no sabía cómo lidiar, ella siempre tenía algo de lo que quejarse y yo llegué a un punto en el que no podía más, y no es que me rebajara a su nivel, simplemente empecé a defenderme, no era más que una víctima intentando sacar balones fuera porque le dolía todo lo que pasaba. Cada vez había más gente falsa creada por ella a mi alrededor, que si Raul, que si Daniel, que si Ancel, que si Emma, que si Hugo, etc. Cada vez que quería salir con mis amigas, ella se enfadaba, hasta el punto que tuve que vivir una relación amistosa en secreto para que no se enfadara conmigo.
Un muy buen amigo mío de aquel entonces y su novia me preguntaban que cómo podía aguantar todo aquello, que como seguía ahí, que por que no paraba, pero yo simplemente no podía. Era julio de 2019, ella venía a pasar unas semanas del verano aquí, luego iría yo en agosto y ella volvería en septiembre y así hasta Navidad, que yo iría unos días.
La cosa estaba tensa porque mi familia no la quería en casa, no se llevaban bien con ella y ella con ellos tampoco, nunca hizo el intento de llevarse bien con mi hermana, solo si ella la buscaba y siendo cinco años menor, eso solo pasaba cuando era más pequeña. Tampoco quería que quedáramos con nadie, ni conocer a ninguno de mis amigos, me quería solo para ella y eso a mi me daba rabia y me dolía a partes iguales. Yo había tenido que conocer a sus amigos, los cuales no es que me calleran especialmente bien y cada vez que había intentado quejarme me había llevado un mal gesto, una mala mirada, una queja. La relación empezaba a deteriorarse y mi paciencia también a pesar de que estábamos ya casi por los 5 años.
Intentaba ponerle planes pero siempre habia algun problema, unas veces era el calor, otras veces que estaba cansada, otras era que no le apetecía, pasamos los 4 días que estuvo en las recreativas gastandonos un dinero que no deberíamos, y cuando se fue, después de pelear casi todos los días, me di cuenta de que colgabamos de un hilo y que yo no iba a hacer nada para evitarlo.
En Agosto fui yo la que fue, por casi dos semanas, fui a verla, siempre iba yo más a Cadiz que ella a Valencia, nunca entendí por qué, porque a pesar de todo, mi familia jamás tuvo un feo con ella y la intento hacer sentir siempre parte de la familia. Yo allí me lo pasaba siempre muy bien, disfrutaba de la compañía de sus amigos y familiares, veía a sus hermanos, a sus primos pequeños, disfrutaba hasta de los últimos segundos del día de su compañía, aunque sabía que no duraría mucho y que en cualquier momento eso que teníamos iba a explotar.
Ella volvió a Valencia por mi cumpleaños, y aunque estuvimos bien, algo dentro de mí sabía que ya no podía más, cada vez que peleábamos May se subía mucho y yo con el paso del tiempo y del cansancio empecé a subirme también, ya sea para bien o para mal. No creo que la víctima siga los pasos del abusador solo por empezar a defenderse, solo creo que fue mi forma de defenderme, cada vez había más gente a mi alrededor consciente de todo lo que pasaba con May, y cuando llegó Octubre, todo simplemente explotó.
Rompimos, pero esta vez fue bastante diferente a todas las demás, siempre habíamos tenido idas y venidas, pero esa vez, tardó apenas unos días en irse a los brazos de otra persona y yo simplemente cerré los ojos y empecé a reconstruir todo aquello que ella había roto durante todos aquellos años, pero aún había algo pendiente.
Tenía un viaje a Cádiz en dos meses.
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Violetas.
RomanceHace muchos años las estrellas se alinearon para dar paso a una historia que brillaba tanto como ellas, demostrando asi que da igual a quien beses, a donde vayas, con quién bailes tu canción favorita, con quién sientas mariposas y quien suelte tu zo...