Es un dia como cualquier otro en la preparatoria. Hace algo de frío, me encuentro en la sala de clases, son las 08:00 y mis compañeros entran al salon. Me tiemblan las piernas debido al congelado clima. Para poder calentarme, froto mis manos y las coloco en mis gruesos muslos (oh Dios, se siente tan bien). Desgraciadamente hoy es un mal dia para traer mi vibrador en la mochila para jugetear un rato en alguno de los recreos.
En lo que manoseo mis muslos para calentarlos, cierro mis ojos y muerdo mi labio inferior. Mi compañera de banco se sienta al lado mío y me dice:
- Y a ti, ¿qué te pasa?
- ¿Por qué lo preguntas?
- Es que vengo recién llegando a la escuela y lo primero que veo al entrar a la sala es a ti moviendo los brazos de un lado a otro, con los ojos cerrados y mordiendote la boca.
- Y que hay de malo en eso?
- No, nada, pero parece como si te estuvieras... Pues, ya sabes.
- No, que cosa?
- Parece como si te estuvieras masturbando.
- Qué??!
- Además, mira como te están viendo ese par de al lado.
Al voltear la cabeza hacia al lado, veo a dos tipos que miran, uno con una expresión lujuriosa y el otro con los ojos como huevo frito y con la boca cerrada.
- Y ustedes que miran pendejos?
Ellos solo disimulan tomando su celular y haciendo como si nunca les hubiera hablado (jejeje, par de tarados).
Al cabo de unos minutos, (...) entra al salón, saluda a sus amigos, y al caminar a su asiento me mira de reojo, yo al verlo no pude evitar sentir un calor más grande que el que mis manos le daban a mis piernas, sentí que me derretía como la mantequilla en un pan tostado (pensar en eso me da hambre). En la primera hora de clases me toca lenguaje, por suerte el profesor es uno de esos poquitos que no es un amargado culero.
- Buenos días, chicos
- Buenos días, profesor.
- Por favor, saquen sus libros y vayan a la página n° 19 "Nada" por Carlos Pezoa Véliz. ¿Alguien quiere leer?
Al ver hacia todos lados y sin nadie que levante la mano, yo me ofrezco a leer.
- Ay Dios, no otra vez.
Dice el profesor.
Y el poema dice así...
Era un pobre diablo que siempre venia
Cerca de un gran pueblo donde yo vivía;
Joven rubio y flaco, sucio y mal vestido,
Siempre cabizbajo... ¡Tal vez un perdido!Un día de invierno lo encontraron muerto
Dentro de un arroyo próximo a mi huerto,
Varios cazadores que con sus lebreles
Cantando marchaban... Entre sus papeles
No encontraron nada... Los jueces de turno
Hicieron preguntas al guardián nocturno:
Este no sabía nada del extinto;
Ni el vecino Pérez, ni el vecino Pinto.Una chica dijo que sería un loco
O algún vagabundo que comía poco,
Y un chusco que oía las conversaciones
Se tentó de risa... ¡Vaya unos simplomes!Una paleta le echó el panteonero;
Luego lío un cigarro; de caló el sombrero
Y emprendió la vuelta...
Tras la paletada, nadie dijo nada, nadie dijo nada...- Bueno, de que trataba este poema?
- De nada, jajajaja.
Le responde un compañero.
- Basta ya, tonto. Alguien puede darme una respuesta sería sobre que trata este poema o que entienden ustedes?
(...) Le responde:- Yo creo que "nada" es un ser que habitaba entre nosotros y que nadie se dio cuenta de su existencia, incluso en el día de su muerte, él sólo fue un trozo de carne que comenzaba a pudrirse poco a poco en la tierra.
(Ay no puede ser, que profundas sus palabras)
El profesor mirando a mi compañero que le respondió antes y señalando a (..), le dice:
- Ves, hácete esa. Gracias (...) Por su opinión, es bueno ver qué alguien puede dar una opinión que va más allá de lo literal.
El profesor sigue dando su clase y dando algunas actividades, pero yo sólo pienso en las palabras de (...), no sé por qué, pero quiero escaparme al baño a masturbarme, imaginando que es él, acariciándome y tocándome dónde nadie ha llegado.
ESTÁS LEYENDO
El Placer de La Lujuria (+21) [En Emisión]
أدب المراهقينEsta es una divertida y extrovertida historia de romance, amor, lujuria, comedia y drama que aunque esté hecha principalmente para mujeres, también la pueden leer hombres (no hay ningún problema, de hecho creo que se les hará muy interesante leerlo)...