#4 Edad de Oro

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Hace cientos de ciclos, cerca del 2300, los satélites artificiales de la Tierra detectaron una nueva estrella de grandes dimensiones en nuestra galaxia. Ante tal descubrimiento, saltaron las alarmas en todo el planeta. Ningún experto en astrofísica fue capaz de explicar aquel fenómeno, pero todos se pusieron de acuerdo en que podría ser una amenaza para nuestra querida humanidad. Por primera vez en la historia, los gobiernos de todo el planeta decidieron aunar sus recursos y ofrecer a sus mejores científicos para descubrir qué era aquella estrella, debían descubrirlo cuando antes y prepararse. Después de avances importantes en la tecnología, que llevaba estancada desde hacía al menos cien ciclos, consiguieron construir unos drones que podían viajar al doble de la velocidad de la luz. 

Enviaron a los drones directamente hacia la estrella. Tras pocos ciclos, regresaron con fotografías detalladas de su superficie. Las fotos no revelaban nada sobre su composición, aquella estrella no tenía atmósfera, tampoco tierra, y por supuesto tampoco vida. Se trataba de una enorme esfera gigante de un material blanco y liso parecido al mármol. Aquella bola era un satélite natural que desobedecía cualquier ley espacial que se conociera hasta la fecha. ¿Conoces nuestra Luna? es un satélite que orbita alrededor de la Tierra. Sin embargo, ese nuevo satélite natural orbitaba un planeta durante pocos ciclos, y luego emigraba hacia otro, repitiendo la operación.

Los investigadores de la Tierra pasaron muchos ciclos intentando darle una explicación a aquel fenómeno. Por aquel entonces, el satélite ya había pasado por muchos planetas y estrellas menores, como Marte, Venus o Ío, y por su naturaleza migratoria, pasaron a referirse a él como «El Viajero». En ese momento orbitaba la Luna, lo que significaba que posiblemente en un par de ciclos llegaría a la Tierra. El gobierno decidió redoblar sus esfuerzos y pasar a la acción. No más fotos, no más esperar de brazos cruzados. Juntando la tecnología de distintas naciones, crearon una nave capaz de llegar a la Luna en pocos días y pusieron a sus mandos a los mejores astronautas del mundo. La operación fue un éxito y consiguieron contactar directamente con El Viajero.

Jacob Hardy, el capitán de la misión, volvió a la Tierra con una información que cambiaría el mundo tal y cómo lo conocíamos. El Viajero era un astro terraformador, migraba de planeta en planeta, cambiando sus condiciones climáticas y haciéndolos óptimos tanto para la vida humana como para la vida de otras razas autóctonas que florecían. Dicho de forma sencilla, El Viajero no era una amenaza, era una bendición.

Tres ciclos después El Viajero llegó a nuestro planeta. Todo cambió. Trajo consigo el fin de todas las enfermedades, la esperanza de vida se multiplicó por diez, los avances tecnológicos fueron tan grandes que se dio un salto de conocimientos nunca antes visto en la historia de nuestro planeta. No había día que no se descubriera algo nuevo: nuevos combustibles, nuevas técnicas médicas, nuevos inventos que facilitaban la vida... Poco después ya se habían construido naves espaciales que salieron a colonizar otros planetas.

Se crearon estaciones espaciales y ciudades en Marte, Venus, la Luna, Titan y otros tantos. La humanidad había trascendido, había empezado un éxodo masivo hacia el universo. Se acabaron las guerras, se acabaron los debates políticos, se acabó la pobreza, la desigualdad... las discusiones sobre cómo combatir la sequía o la sobrepoblación habían desaparecido. Todo aquello se conoce hoy como la «Edad de Oro» de la humanidad.

—¿Y qué pasó? ¿Abandonaron la Tierra y se quedó como está ahora? —preguntó Seizon, que se agarraba fuerte a los reposabrazos del sillón, como si la historia fuera a hacerla despegar.

—A eso iba... hasta el oro más puro puede volverse negro, y la Edad de Oro no fue una excepción —contestó Beon, algo molesto por la interrupción.

Resultó que El Viajero tenía un terrible enemigo, una raza alienígena a la que llamaban «La Oscuridad». Aquellos alienígenas llegaron a nuestra galaxia con un enorme ejército en su vanguardia, millones de naves de una raza a la que llamaban «La Colmena».

Era Oscura | DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora