Una historia para variar

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Un beso así empezó esto, una caricia inocente y una copa de vino.
Caricia tras caricia, tocando suavemente tus muslos, me pides que paré porque sabes que sí seguimos adelante lo que tenemos se volverá confuso.
Un día, dos días, el tiempo pasa y cada vez tus besos son más picantes más dulces, quiero hacerte mío.
Está complicidad nos atormenta pero a la vez nos da placer porque los besos y caricias son un secreto entre nosotros dos.
Una noche muchas copas, más de lo normal, terminamos en tú apartamento te desvestiste ante mi sólo para mi pero que placer,  me pediste que te besara que recoriera cada centímetro de tú piel, tú tersa y palida piel memorizo cada lunar cada lugar donde te estremeses ante mis besos y mordisco jugeton.
Quiero decirte que te amo pero se que dañar esto que no tiene nombre porque sólo soy un consuelo ante tú innegable soledad y corazón roto.
Nos volvemos un mismo ser o eso me digo a mi mismo sucumbes ante la pasión y yo ante tus suplicas de que olvide esa noche.
Semana tras semana caemos una y otra vez tú dices que es sólo sexo y yo callo y me digo a mi mismo que no siga pero sigo cayendo.
Te odio pero te amo a la vez no quiero seguir pero también quiero seguir recorriendo cada una de tus lunares, tus cicatrices, seguir viendo tú alma a travez de tus ojos cada vez que llegas a tú orgasmo.
Me digo que terminara amandome pero no es más que un deseo.
Tres meses, cuatro meses tú me ignoras, me privas de tus besos, has conocido a alguien y me pides que volvamos a hacer amigos yo como idiota cumplo tú capricho.
Un año, un año viendo como otra persona besa tus labios, como disfruta tú sabor y yo sufro pero sigo como un imbécil lamiendo tus zapatos.
Dos años, te casas me pides que sea el padrino, mi mente se rompe te digo que sí porque no deseo que me odies, veo como esa mujer me restriega en la cara que son esposo.
Un día, un día decido acabar con todo no se que hacer con estos pedazos de corazón que me quedaron, arriba en el puente veo el correr del río fría como mi alma.
Dos días, y sólo estoy en la habitación del hospital no viniste aunque te llamaron, me dejaste sólo, sólo a pesar de que yo te acompañé cuando estabas sólo, te odio ¿Como puedes robarme el corazón y luego dejarme sólo?
Cuatro meses, mi vida cambio llegó alguien que curo mis heridas mi luz, me ama tanto que vivimos juntos me hace el amor y yo a el, olvido tus caricia, tus besos, los de el me llenan me hacen feliz.
Un año, vuelves a mi puerta pidiendo amor porque estas aburrido de tú vida rutinaria, me niego y te cuento todos mis sentimientos y tú sólo responde
-Sólo era sexo, ¿No deseabas sólo experimentar?
No me detengo de golpearte, te digo que no me busques, mi vida no te necesita sólo necesito a mi luz esa que me saco del hoyo donde me arrojaste, me salvo y se volvió mi todo.

Con Simples PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora