Retrocedí por reflejo pero no aparté la mirada de él. Me sentía molesta e indignada gracias a su confesión, porque hasta este punto había sido engañada, nunca tuve un verdadero control sobre mi vida, y nunca tuve la opción de elegir.
-Puedo darte algunos días para que lo asimiles.- me ofreció dante.
Pero no podía aceptar. Si me tomaba unos días para pensármelo consideraría la opción de huir.
-Preferiría que me dijeras cuando planeas realizar la boda.- repuse.
Asintió sin cuestionar mis palabras y lo medito un poco sus palabras antes de contestar.
-Tenía pensado que fuera dentro de tres semanas.- contestó -. El sábado 14.- especificó la fecha.
-Bien.- dije sin más. Realmente no me importaba cuando sería.
Acorto de nuevo la distancia entre nosotros y me coloco uno de mis rizos detrás de la oreja, antes de articular alguna palabra.
-Sé que no te agrada la idea.- dijo de repente.
-No lo hago porque me agrade.- le confirme.
-Entonces...- inquirió -. Cuál es el motivo Grace.
-Tengo que recordarle Sir. Nikolov que no me dejó opción.
-Cierto...- dijo pensativamente -. Pero sé que mis palabras no son las causantes de su decisión.- repuso al acercarse más.
Me ponía nerviosa el hecho de tenerlo tan cerca, en especial en este momento porque estaba completamente confundida; entre los pensamientos que se me cruzaban por la mente y las cosas que percibía de él, me impedían concentrarme.
-Quiero que me garantices la seguridad de mi familia.- respondí finalmente -. Y quiero que Amalia vaya conmigo al castillo.- agregue.
-Peticiones simples.- comentó al asentir -. Pero tienen gran valor.
-Espero que sea un sí.- insinué con seriedad.
-Te convertirás en mi esposa y en la próxima reina de Arlaestai.- me recordó -. Así que sí, incluso puedes tener más si lo deseas.
-Solo quiero esas dos cosas.- puntualice.
-Correcto, entonces enviaré un carruaje para que te recoja a ti y a tu madre por la mañana, para que comiencen con los preparativos.- me informo al tomar distancia.
Aproveche para tomar un poco de aire antes de responderle y desvié la mirada.
-¿Te importa si solo voy yo?- le pregunte al volver a mirarlo.
-No, pero no es lo correcto.- repuso.
-Desde cuando usted hace las cosas correctas, Sir. Nikolov.- cuestione.
-Tengo mis excepciones.- me aseguro -. Pero a cambio de declinar esta petición le puedo prometer que les obsequiare una casa nueva a sus padres completamente alejada del castillo.- me propuso -. ¿Qué le parece Señorita Koller?
Pues era mucho mejor que tenerlos viviendo en el castillo y si se encontraban lejos los vería lo menos posible.
-Es un trato razonable.- admití -. Por lo que, lo aceptaré.
-Bien, es bueno que vayamos aclarando algunos cosas.- dijo al acomodarse el traje -. Nos veremos mañana Grace.
-Hasta mañana Sir. Nikolov.- me despedí.
Lo acompañe hasta la entrada por educación y después de que lo vi partir en su carruaje subí a mi habitación para acostarme. Necesitaba meditar un poco las cosas a solas, e incluso le dije a Amalia que le contaría todo lo que había ocurrido mañana por la mañana debido a que estaba agotada, tanto física como mentalmente.