Ante Portam, cada vez más me doy cuenta del extenso significado que trae consigo esas dos palabras. Es un término que se sale de sus cabales, que va más allá de lo permitido, que pareciera no tener fuerza rigente que lo someta.
Existen mundos, dimensiones paralelas o discordias, y también anónima, el universo es tan complejo que la mente humana aún no ha evolucionado lo suficiente para comprenderlo. Paralelas como la tierra y el purgatorio, discordias como el paraíso y el infierno, y por último esa dimensión anónima que ante mí estaba mostrándose. Como seudónimo, el quinto mundo, adyacente a la tierra, o quizás un mundo dentro de un mundo, no lo sé.
Rondaban en mi cabeza cientos de preguntas, ¿una vez roto el designio, qué ocurriría entonces? ¿Cuándo se comenzarían a mostrar las consecuencias? ¿Habría posibilidad de encaminar mi designio una vez culminado lo propuesto? Era consciente del grado de peligro al que estaba expuesta en merced de aquel mundo. Debía tomarme tiempo para pensar en los minúsculos detalles, a los que denominé de tal manera porque no eran imperativos en aquel momento, pero que en otro tiempo ascenderían en jerarquía cuando me tocase desafiarlas, solo entonces entendería lo trascendentales que son después de todo.
¿Cuánto tiempo iba a llevarme lo que me había propuesto? Mis padres estaban fuera de la ciudad, pero regresarían en la noche, si no volviese a tiempo, si es que vuelvo, ¿Qué les diría? Y Jimmy y Lewis, tenía miedo de que los arrastrase conmigo ¿y si le ocurría algo a Jimmy o a Lewis? ¿Cómo advertirles que no se entierren conmigo? que regresen, que me esmeraré por volver si puedo.
Una vez crucé el lumbral y se hicieron mudas las suplicas de Elizabeth, me vi en lugar ignoto para mis ojos, tétrico, y plenamente disímil a mi mundo.
Con mis ojos merodeé el lugar sin fraccionar la quietud de mi cuerpo. Lo primero que me percaté fueron de los espejos extendidos hasta el horizonte, miles de millones de estos esparcidos por todos los rededores, a lo lejano, se sostenían solos; vi marcos tallados en madera, otros en cerámica, acero, plata, millones de formas, tamaños, materiales y todas las clases de espejos ¿Qué era todo aquello? Contemplé la arena blanca extenderse kilómetros a mis laterales y las rocas negras sobresalían de la arena, era como un desierto en el que se veían nacer estos espejos, era algo irreal, abstracto. Había una escaza luz que daba sombras al lugar y un rojizo que volaba en el aire, como neblina, y el rojo de allí tomaba poder a lo lejano.
En el cielo visualicé difícilmente las nubes grises, como el color de las nubes en la tierra cuando informa avecinarse una tormenta, y los relámpagos y truenos irrumpían en el cielo, eran de color negro y mucho más escandalosos a los que yo estoy acostumbrada. La superficie terrestre, era de un rojizo esparcido en todo el firmamento pero quizás fuese por la neblina roja que cundía el lugar, no existía un sol, y las nubes se trasladaban en desorden y de manera rápida a comparación de mi mundo; se trasladaban en una y otra dirección como una tormenta en las nubes, como si el viento las arrastrara hacia todas la direcciones, y esta superficie terrestre estaba quizás a la mitad de la distancia de altitud en comparación a la de mi mundo, pues la atmosfera daba la sensación de estar más próxima.
Mi cabello fue desordenado por brisas constantes, corrientes de viento que no tenían un alto y que traían a su escolta crujidos espectrales, perecidos a los gritos antes escuchados en el bosque, solo que esta vez aumentaba su volumen y no tenían un eco que los distorsionasen; y lo que parecía increíble, estos vientos tenían un color rojo escaso que se veía volar en la atmosfera, pero ese color no se machaba sobre mis ropas ni mi piel, era como... Una neblina escasa y poco densa de este color. Todo aquello más la ambientación de ruidos espectrales que precian ser expulsados de las profundidades del averno me producía un desequilibrio y un paroxismo abominable.
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Enigma 2 (Los Ante Portam)
ParanormalCaroline desenvolvió la trama Van Vladoisqui, ahora debe de ocuparse de ella, de su descendencia, de su maldición y hallar lo que tanto ansia, una cura, pero tropezará con verdades que hubiese querido que se quedaran en la tumba. Se verá frente a...