Capítulo 21

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Sasuke.





A estas alturas mi madre ya me había sermoneado lo suficiente. Sus regaños eran una constante diaria recordándome lo entupido que fue al dejar el hospital cuando aún el medico a cargo no lo permitía. Ella jura que entiende como me sentí en ese momento, cuando mi desesperación consumía mi alma por saber de ella, de cómo se encontraba. Pero sé que no es así, mi madre no puede imaginar el dolor que ahora mismo consume mi ser.

Sakura me desconoce totalmente, no hay ni una pisca de recuerdo en su cabeza. Me mira como un perfecto desconocido, me rechaza tajantemente, mantiene lejos de ella y puedo comprender, pero es doloroso que solo tenga presente a Shisui.

Estos días han sido muy cansados, trato de todas las formas posibles de mantener la calma, de bajar la guardia y avanzar en calma y con mis emociones a raya. Ahora mismo, tengo miedo a morir y que ella no me recuerde, ni siquiera sentirá mi ausencia, no me extrañará y aunque suene mal, en mi corazón deseo que, si en algún momento la vida se va de mi cuerpo, ella me recuerde con cariño, con amor.

Naruto puso sobre la mesa el hecho de que tal vez deba olvidarme de ella, y el solo hecho de pensarlo es doloroso. ¿Pero qué otra opción tengo si ella me rechaza? Se que se lo dije abiertamente, no la dejaría, pero han pasado semanas y ella continua con esa actitud. No hay un estivo de recuerdo en su memoria.

Incluso en este momento siento que mi corazón se ha partido en pedazos y no refiero por mi enfermedad.

Ino me avisó que hoy Sakura saldría del hospital, ya estaba mejor y que la alta médica era un hecho. Sali tan rápido de mi departamento para encontrarme con la escena más dolorosa del momento. Ella camina sonriente de la mano de Shisui, a lado su hermano Deidara. Ambos enforzándose para cubrirla de la lluvia que caía.

¿Quién mierda era yo para borrar esa sonrisa?

Retrocedí lentamente rogando que no me notará. Que ninguno de ellos me viera y me hicieran sentir más patético de lo que ya me sentía ahora.

Dije que no me rendiría, pero cada día siento que mis ánimos se reducen con sus rechazos.

—Teme—siento la mano de Naruto en mi hombro—. ¿No vas a acercarte? —exhalé en silencio.

—No—pude decir a pesar del nudo en mi garganta—. Shisui se encargará.

Me di media vuelta y caminé directo a mi auto. Subí al asiento del copiloto y Naruto frente al volante.

—¿Qué pasa Sasuke? ¿No dijiste que estarías cerca, aunque ella no lo quisiera? Te escuchabas muy decidió.

—No me quiere cerca, ya te lo dije. Yo no me recuerda, ni siquiera lo intenta. Es como si se enforzará para no hacerlo, para sacarme de su mente, de su vida.

—Eso fuera posible si realmente te recordará y fingiera desconocerte—lo miré—. Pero no es posible, dudo que Sakura se atreviera a hacer eso.

—Vayamos a la oficina.

Darle rienda suelta a esa posibilidad me hizo sentir estúpido, desesperado por encontrar una respuesta a su rechazo. Tenía que aceptarlo, ella no me recuerda y solo me quedaba rogar que con el pasar del tiempo, su mente y su corazón regresen a mí.

—Realmente no te entiendo—continua Naruto—. ¿Por qué lo aceptas tan fácil?

—Hace un tiempo hablé con ella, antes de que me aceptará. Ella saldría con Shisui y al mismo tiempo se daría la oportunidad de conocerme. Tomaría una decisión y al final me aceptó, pero ahora ella lo elige a él. Las cosas han cambiado.

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