•Fanfiction• (Alonso Villalpando)

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Maratón 1/3

Alonso

-Hola _______-me quedé observándola un rato, hasta que reaccioné y no quise verme como un psicópata- Te ves preciosa.

-Gracias- dijo bajando su mirada, y sus mejillas se tornaron rosadas.

-Bueno- interrumpió mis pensamientos la Sra. Ray- creo que yo estoy de más aquí- sonrío- Diviértanse chicos- me tomó del brazo- te la encargo Alonso.

-No se preocupe Sra. Ray- sonreí- yo cuido de ella.

Salimos de la casa y le abrí la puerta de mi auto a _______ para después dirigirme al asiento del conductor.

-Tú también te ves bien- dijo _______ jugando nerviosamente con sus manos.

-Gracias- volteé a verla, pero ella no me miraba- Aunque no tanto como tú- sonreí, sabiendo que ella también lo hacía.

Estuvimos hablando de temas triviales en todo el camino hasta que llegamos a nuestro destino.

-Alon- dijo ________ sonriendo cuando entramos al establecimiento- Aquí celebré mi cumpleaños número siete.

-Así es- dije sonriendo.

Estuve pensando cuidadosamente a dónde llevarla y sabía que "Happy Meal" sería la mejor opción.

-Ese día fue uno de los mejores de mi vida- dijo ilusionada mientras nos sentábamos uno frente al otro- Y pensaba que no ibas a llegar- bajó su mirada.

-Ey- le tomé una mano por encima de la mesa- sé que fui malo contigo mucho tiempo, pero estoy tratando de redimirme.

Me miró tiernamente, y sentí la ausencia de su mano al momento en que me soltó por que el mesero se acercó a pedir nuestras órdenes.

-Recuerdo que cuando me abrazaste, aunque sé que fue a la fuerza- río levemente- me sentí la persona más feliz del mundo.

-De verdad, lo siento tanto- dije trayendo a mi cabeza el recuerdo de aquel momento.

Mis papás, en efecto, me habían obligado a abrazarla y a entregarle su regalo. Que cómico es pensar que ahora la abrazaría sin problema, y no la soltaría jamás.

-Alon- esta vez fue ella la que tomó mi mano suavemente- ya te disculpaste una vez, y con eso me basta y me sobra- sonrió y comenzó a preparar su hamburguesa. Aún le quitaba el jitomate, como lo hacía cuando era pequeña.

Cuando terminamos de comer ella pidió postre, su apetito tampoco había cambiado. Siempre ha comido como si dentro de ese delgado cuerpo habitaran otras tres personas a las cuales tiene que alimentar.

-¿Quieres?- preguntó extendiéndome su helado de chocolate blanco.

-Gracias- lamí un poco. Estaba lleno, pero no podría decirle que no a nada.

Levanté mi pulgar en señal de que estaba rico.

-Hay algo que quiero contarte- dije cambiando de lugar y sentándome a un lado de ella.

-Dime- sonrió viendo su helado como una niña pequeña.

No pude evitar ponerle un mechón de cabello detrás de su oreja.

-La razón por la que me aleje fue porque empecé un proyecto con unos amigos.

Ella volteó a verme.

-¿Qué tipo de proyecto?- me miró fijamente- Digo, si se puede saber- y de nuevo bajó su mirada.

No me gustaba que hiciera eso. La tomé cuidadosamente de la barbilla e hice que mi viera de nuevo. Ella se sonrojó, pero logré mi cometido, me sostuvo la mirada.

-Una banda de música- pausé para ver su reacción.

Abrió sus ojos, sorprendida, pero se quedó callada. Aproveché para contarle toda la historia, y conforme las palabras salían de mi boca ella se iba sorprendiendo cada vez más.
Terminé enseñándole uno de nuestros videos, "Ángel cruel".

-Alon, yo...- estaba incrédula- no lo puedo creer- su expresión cambió en segundos a una enorme sonrisa- ¡Me da muchísimo gusto por ti!- me abrazó efusivamente.

Le correspondí al instante y disfruté cada segundo de este abrazo, desde su adictivo aroma, hasta la perfecta sensación que me causaba tenerla tan cerca. Pero, claro, como siempre, alguien tenía que interrumpir este momento tan perfecto.

-Alonso- volteé a ver a la dueña de aquel llamado- Alonso Villalpando- dijo una chica de unos quince años viéndome con sus ojos tan abiertos como platos- ¡Es Alonso Villalpando!-esto último lo gritó, haciendo que muchas personas voltearan a vernos. Una fan.

Volteé a ver a _______ y ella tenía la misma expresión que la de la chica, pero no la veía a ella, sino a unas veinte niñas que venían corriendo hacia nuestra dirección.

Amo a mis fans, de verdad, las adoro, pero este momento con _______ es más especial e importante que cualquier otra cosa.

-Corre- dije jalándola de la muñeca, no sin antes despedirme de la chica y dejando un billete en la barra del establecimiento.

-¡Chico! Tu cambio- gritó la cajera.

-¡Es la propina!- exclamé antes de correr al auto y huir de ahí.

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