Sus alas volvieron oscuras, su pecado le apartó de la luz celestial, el amor lo llevó a conocer su reveladora voluntad, caer fue su pago y un sacrificio su pacto. Por el destino, cometí mi más grande traición, por él, mi felonía celestial.
Los perso...
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La carta era clara, su cuerpo desaparecería y su alma vagaría, la justicia no era verdaderamente justa, ella es solo una hermosa mentira para los que desconocen la libertad, un velo que cubre las inflexiones predispuestas.
Su nueva vida estaba siendo arrebatada, y no estaba dispuesto, el sacrificio era oportuno, la profecía estaba escrita, su inmortalidad tendría que ser ofrendada.
Al llegar su dictamen celestial, la felonía estaba descrita, su cuerpo se volvió frío, su amante así lo había notado. La confesión se hizo inevitable y la comprensión no tardó en dar su apoyo.
El amor de su vida lo había descubierto, su sorpresa fue grata, extraña y aceptable, el destino jugaba de manera cruel sus piezas, y él no estaba exento, los ángeles también son seres vivientes.
Sus manos se acariciaron, en asentimiento, en trato, un silencio reinó al tocar sus frentes, sin palabras se comprendieron, eran uno solo, y eso bastaba.
Su hora había llegado y una sonrisa triste adornaba su rostro, el mortal no quería separarse, mucho menos dejar de verle, pero su última mirada fue a parar a los vinos de su amado, brillaron, la promesa estaba hecha, el juramento debía cumplirse.
Yuuri, no soportaba estar y no estar, lejos, cerca, su invisibilidad era un calvario, ver y no tocar su suplicio, la muerte era su acompañante, ella le seguía, el solo intercedía. El tiempo debía pasar.
Largos y mártires meses transcurrieron, el tiempo había llegado. Sus alas fueron descubiertas, permanecían siendo oscuras, tal como las había guardado aquella noche.
La acuerada maleta era trasportada a su destino, el frío calaba los huesos, la travesía debía ser transitada, las piedras en el camino llenaban de heridas sus pies, Yuuri, solo debía ver.
Sus lagrimas recorrían su rostro, sus labios se encontraban agrietados, el ex ángel, sufría, su amado estaba agotado, el invierno lo estaba adormeciendo, no, no podía terminar allí.
Un fuerte grito resonó, su voz logro traspasar el vacío, la distancia y el velo que les separaba. El peliplateado lo escuchó, y avivo sus fuerzas.
Arrastraba sus pasos, la maleta iba detrás de él, llevada por una gruesa cuerda, cubierta por una congelada capa de nieve. Sus fuerzas desfallecían, debía llegar al final.
Alzó su mirada, el cielo nublado amenazaba con nunca acabar, un pesado suspiro marcó de nuevo su rumbo, su compañía permanecía fiel, sabía que él seguía sus pasos. Su difícil camino podía ser llevado.
El momento había llegado, el sacrificio debía ser ejecutado.
LA ENTREGA.
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HOLIS!!!
Mi redención aún sigue en pie... y con este cap. queridos lectores estamos solo a uno del final. Espero que les esté gustando... XD
Se les quiere, dejen sus votos y comentarios y no se olviden de comentar... BESITOS!!!
(°3°)//♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥
PD: pronto estaré publicando un OneShot, estén al pendiente! ~(°-^)~.... No se olviden de visitar mi perfil y darle una oportunidad a mis otras historias... ahora si no molesto más... (*3*)
