cap #1

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Todo comenzó en una lluviosa y oscura noche, la lluvia era intensa y no cesaba, aquella joven caminaba por las calles de la gran ciudad sin darle importancia a las gotas que caían sobre ella empapandola, unas cuantas lágrimas escurridisas se desprendian de sus ojos, era la única caminando por ese lugar, no había nadie, todo estaba oscuro excepto las casas ya que su luz era reflejada por el cristal de las ventanas.

la joven aun llevaba su uniforme escolar y al parecer caminaba sin rumbo fijo, estaba inmersa en sus pensamientos, no mostraba ninguna expresión en su rostro y sus pasos parecían inseguros.

Sus brazos llevaban unos cuantos moratones y rasguños no era tan difícil suponer que es lo que le había ocurrido.

Narra la joven::

Cada paso que daba se me hacia doloroso, no quería llegar a mi casa ya que solo habría problemas como siempre y lo peor fue que tampoco había tenido un buen día en la academia presto a que mis compañeros encontraron una nueva forma de hacerme sufrir.

La lluvia y la soledad siempre fueron mi ayuda, estuvieron presente en mis malos momentos, creo que aprendí a entenderlas y así no sentirme el estorbo que era.

Sin duda se me hacia tortuoso recordar que mi vida fue un fracaso, nunca tuve un solo motivo para sonreír pero tal vez "me podría pasar algo bueno", esas palabras eran las únicas que me daban fuerzas para seguir viviendo.

Mientras caminaba suspiré tratando de calmar el dolor que me causaba un mal recuerdo, era imposible de borrar, por mas que lo intentaba nunca desaparecía de mi mente, cambie el rumbo para dirigirme a mi casa y esto hacia que poco a poco mi mirada se volviera triste.

De nuevo al infierno...

Fueron las únicas palabras que pronuncie, nunca había sido de hablar ya que desde pequeña se me hacia difícil comunicarme con las demás personas por eso me veían como un bicho raro y comenzaron a molestarme.

Durante todo el camino a mi casa no pude evitar mirar por algunas ventanas, ver a las familias compartiendo de un buen momento, los truenos y relámpagos sonaban y brillaban con intensidad, los niños se veían tan alegres, cómodos y protegidos, me hizo sentir desafortunada por no poder tener una vida así, sentía envidia a la vez que alegría por ellos.

Pasaron al rededor de treinta minutos para llegar a mi casa, estaba empapada y sentía que pronto me enfermería pero eso no importaba,  me puse en frente de la puerta y pensé en si entrar o no, era una decisión difícil ya que las dos traerían consecuencias malas, tenia que decidir, tardé un momento en pensar. Tome aire, puse mi mano en la perilla y un escalofrio recorrió todo mi cuerpo.

[no tengo de otra, si me quedo en la calle podrían matarme o asaltarme...]

Pensé mientras comenzaba a abrir la puerta. Ya no era sorpresa lo que vería, siempre era lo mismo, ver a mis malditos tíos bebiendo, fumando y tal vez drogándose, la casa estaba llena de humo y con ese repugnante olor que me causaba náuseas pero aun así entre, cerré la puerta y me di la vuelta para disponerme a ir a mi habitación más comencé a incomodarme por la asquerosa sensación que me causaba la mirada de ellos

¿Se les perdió algo?...

Dije en un tono frío y me cruce de brazos mas hice una expresión de asco y un poco de miedo al escuchar un comentario que hizo uno de ellos

T:: "creo que hicimos un buen trabajo cuidándote, estas muy guapa sobrinita, cualquiera querría tenerte en su cama"

¡¡Cállate idiota!!  ¡¡Debes de estar drogado ¿no? Tus malditos comentarios son asquerosos!!

Le grite y subí las escaleras lo mas rápido que pude, me dirigí a mi cuarto pero antes de llegar el me tomo del brazo fuertemente haciendo que sintiera dolor, no quería que se repitiera no me gustaba lo que ese idiota me hacia, algunas lágrimas llenas de miedo e impotencia se desprendieron de mis ojos mientras trataba de soltarme pero el al tener mas fuerza me arrincono contra una pared y con su mano derecha me cubrió la boca para que no gritara

[no por favor...]

Trataba de no llorar y varios recuerdos invadían mi mente, estaba forcegeando mas no lograba soltarme así que decidí pensar un plan...

una vida no tan sencillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora