Carta de una Army [CANCELADA]

《2》

Los siete chicos quedaron en shock, algunos hasta se les escapaba unas cuantas lágrimas. El señor que había traducido la carta, observó atentamente el papel buscando algún nombre. Nada. La carta era anónima.

Estaban abriendo los regalos de su último concierto en latinoamerica pero, ellos no recordaban haber recibido esa carta en el concierto. ¿Cómo llegaron a recibirla?

—Gracias por la ayuda señor Jungho... Puede retirarse—dijo Namjoon al señor. Éste asintió y se fue del cuarto del hotel—. Chicos...

—Esto es lo que piensa Army—murmuró Yoongi.

—¿Deberíamos darle respuesta?—preguntó Hoseok con voz temblorosa.

—¿Cómo?—respondió Yoongi algo molesto—. No sabemos nada sobre esta persona... Tal y como ella puso en la carta... No sabemos nada sobre ninguna de nuestras fans.

—Pero no es nuestra culpa —trató de tranquilizar Jin.

—Lo sé pero... de alguna forma... Te hace sentir culpable y te duele...

—Yoongi...

—No. Necesito estar sólo. No me molesten, estaré en mi habitación. —Sin más que decir, salió dando un portazo que dio eco por todo el lugar.

—No tiene sentido, ¿cómo podemos saber que no es alguna broma?

—¿Broma? ¿En serio crees que es una broma, Namjoon? ¡Esto no es una maldita broma!—gritó Jungkook que instantáneamente rompió en llanto. Namjoon se acercó y lo abrazó tratando de consolarlo.

—No fue mi intención... Solo que, no veo el porqué de este sufrimiento. No tiene sentido que suframos por una simple carta.

—No es una simple carta... Y tampoco merecemos sufrir. Army es quien sufre por todo esto—recordó Tae mientras se levantaba de su asiento hacia la mesada donde se encontraba aquel papel escrito—. Aquí dice exactamente lo que siente, lo que sufre.

Todos se quedaron callados por un largo tiempo. Cada uno tenía distintos pensamientos sobre lo sucedido y, no es por exagerar, pero no creían poder dormir esa noche.

Jimin, que había permanecido en silencio todo este tiempo, susurró:

—Hay que encontrar a la persona que escribió esto.

—Oh claro—dijo Yoongi entrando a la habitación—, déjame que la busco en el Google Maps.

—Creí que estarías más tiempo en tu cuarto. Pasaron... ¿cuánto pasó? Diez minutos —dijo Namjoon.

—¿Qué? ¿Creían que me la iba pasar toda la noche llorando todo lo que ustedes lloran en un minuto?—miró de reojo a Jungkook quien se secaba las lágrimas.

—Sé un poco sensible, Suga— murmuró Hoseok.

—Como sea —Se sentó bruscamente en el sillón al lado de Jimin—, ¿cómo piensas encontrarla, genio?

—Yo... No sé...

—Debiste pensarlo mejor antes de decir una idea tan estúpida como esa.

—Pero, no es una mala idea —dijo Taehyung—. De hecho, es una buena idea. Esta persona merece una respuesta, y, que mejor que dársela en persona.

—Pero, vuelvo a repetir, ¿cómo piensan buscar a una persona desconocida entre más de diez millones de fans?

—Tú siempre tan negativo, Yoongi —dijo Jungkook molesto.

—No es "ser negativo"— hizo el gesto de las comillas—, es ser realista. Es imposible encontrarla.

Jin miró su celular y frunció el ceño.