《12》

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—Ahg, ni siquiera puedo tener internet. ¡Qué aburridooo!

Hoseok llevaba ya una hora despierto luego de dormir una siesta de tan sólo tres horas. Lo único que lo mantenía cuerdo, eran las imágenes y los vídeos de su galería. También escuchaba sus canciones favoritas, con los auriculares, claro. Los demás aún estaban tranquilamente dormidos y Seokjin... Bueno... ni él ni Namjoon salieron del cuarto desde que se fueron juntos.

"¿Debería ir a verlos?", pensó Hoseok y asomó su cabeza por el pasillo para ver la puerta del cuarto.

Frunció el ceño y se mordió el labio inferior con nerviosismo. Estaba dispuesto a ponerse de pie pero Namjoon salió algo agitado y con la ropa un poco desordenada. A paso veloz, se acercó a Hoseok y se sentó a su lado para luego cubrirse la cara con las manos.

—¿Y Seokjin hyung?—preguntó el mayor.

—¿E-eh? ¿S-Seokjin? Aún duerme... N-no lo quise despertar... —contestó Namjoon con voz temblorosa.

—Hey, tranquilo. ¿Acaso tuviste una pesadilla?

—U-uhm... Sí... —mintió.

—Olvídate de eso. Juguemos juegos o algo... ¿Sí?

Namjoon asintió.

Pasó media hora. Namjoon y Hoseok estaban riendo sin preocupaciones. Jugaron con el celular y luego, contaron anécdotas graciosas de alguno del los miembros.

Una voz femenina sonó a través de unos parlantes y se escuchó por todo el avión.

—Les avisamos a los señores pasajeros, que dentro de media hora, ya estaremos aterrizando. Por favor, vayan preparándose y abróchence los cinturones de seguridad.

Jungkook abrió los ojos con dificultad, y miró a su alrededor. Miró a Taehyung, quien descansaba de espaldas en el asiento de al lado, y se acercó a éste para despertarlo. El mayor gruñó y luego se desperezó con un gran bostezo y, el menor, lo imitó.

Jeongguk notó a Namjoon del otro lado y le preguntó:

—¿Y Seokjin hyung?

—En el cuarto. Creo que aún duerme.

El menor, apenas escuchó la respuesta, se levantó y arrastró sus pies para avanzar hacia el cuarto. Al llegar, tocó la puerta dos veces con sus nudillos y luego entró.

—Seokjin Hyu-

Se detuvo en seco, y frunció el ceño. Cerró los ojos y estornudó tres veces seguidas.

—Agh—gruñó el menor mientras sobaba su nariz—. ¡Hyung! ¡Despiertaaa!

El mayor estaba tapado hasta la nuca, parecía un malvavisco. No se movió cuando Jungkook lo llamó, tampoco se inmutó cuando el mismo chico se lanzó sobre él.

—Oh, vamos. ¡Despierta! La azafata dijo que aterrizaríamos dentro de media hora. ¿Saldrás en pijama?

—No grites... Me duele la cabeza...

—Lo siento, pero si no despiertas y te alistas, yo no dejaré de gritar.

—Bieeen.

Con mucha lentitud, Seokjin se sentó sobre la cama y se quedó allí sin abrir los ojos aún.

—Uhm... Hyung... Estás s-sin camisa...

El mencionado abrió los ojos y se miró el torso.

—Tienes razón. Creo que mientras dormía, tuve calor...

—Y, ¿por qué tienes esas marcas en el cuello?

Jungkook señaló su cuello. El mayor tomó su celular y se miró a través del reflejo. Era cierto. Tenía varias marcas rojas y una que otra morada. Pasó sus dedos por cada una de ellas y sintió la humedad de la piel.

Carta de una Army [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora