ROSA DE FUEGO - ICE FANTASY (YANDA X SHI)

CAPITULO VII

Shi no podía creer lo que estaba escuchando, escondido invisible en los pilares del salón del fuego, si bien es cierto el sabía que a Yan Da después de haber cumplido la mayoría de edad le esperaba un destino incierto, el quería estar a su lado para que juntos lo superaran, el no pensó que su entrenamiento durase tanto tiempo y mucho menos que no la volvería a ver tantos años después, para encontrarse que ella lo había olvidado completamente y se encontraba ahora enamorada de otro hombre que no era él.

Las palabras que acababa de decir Die Ge, todavía le daban vuelta a la cabeza: "- La única manera es que ella pierda su pureza y una su alma con otro inmortal", "debe entregarse y pertenecerle a alguien más para que Lin Ying Fang no pueda obtener lo que desea, ya que si es el quien toma su pureza y une su alma con la de ella podrá tomar su poder, liberarse del inframundo y gobernar a los tres reinos", sabiendo como era el rey Hou Yi, era capaz de en este mismo día hacer que Yan Da se case con el capitán ese, si él logra pedirle su mano en matrimonio como le oyó decir cuando estaba con ella, solo para evitar que algo le sucediera.

Shi no podía permitir eso, el necesitaba tiempo para que Yan Da lograra acordarse quien era él, sabia que aunque ella no recordara sus momentos juntos todavía había sentimientos en ella, sino no habría contestado su beso, lo cual le hacía entender que aunque ella creía estar enamorada del capitán el aun pesaba inconscientemente en su corazón.

Dada la situación lo mejor sería adelantarse a Peng Peng y pedir el mismo la mano en matrimonio de Yan Da, el rey del fuego no sería capaz de negársela sabiendo que tenía en riesgo a su pequeña princesa y que no debería ofender al reino del hielo aparte sería una buena alianza entre ambos reinos.

Shi escucho a los príncipes protestar, por lo dicho por Die Ge.

- Debe haber otra forma, mi mei mei acaba de cumplir la mayoría de edad hoy, como la vamos a entregar a cualquier extraño sin dejarla escoger si quiera, protesto Die Feng.

- Nadie esta diciendo que debemos entregarla a cualquier extraño, respondió Ma Yue Han..

- ¿Qué es lo que estas queriendo decir? Pregunto el rey Hou Yi.

- Su majestad si debemos casar a alguien con la princesa, podríamos tomar en cuenta al Capitán de la Guardia Real Peng Peng, todos sabemos de lo cercanos que ambos son y que podría existir allí algo más que amistad, respondió Ma Yue Han.

- En realidad padre, siempre he notado la cercanía que existe entre los dos, desde pequeños, cuando ella lo trajo a palacio, le dijo Bai Shaw

- Pero como podríamos casar a nuestra hermana con alguien del que desconocemos su pasado, no sabemos de donde vino ese niño, hablo Wu Shou

- Hermano tu hablas así porque nunca has podido vencerlo en ningún duelo, le contesto Bai Mai ganándose la mirada enojada de su hermano.

- Eso no es verdad yo solo lo digo pensando en la seguridad de nuestra hermana, bramo Wu Shou.

- ¡Ya guarden silencio!, les grito el rey, ahora déjenme pensar en que vamos hacer, así que solo quiero que estén todos muy al tanto de lo que ocurra, no quiero que se ponga en peligro la seguridad de nadie en este día, vayan de una vez a ponerse al mando de cada una de las tropas no quiero ningún error por pequeño que sea que arruine este día para su hermana.

Todos los príncipes realizaron una reverencia, abandonando la habitación.

- Ma Yue Han, Die Ge, manténgase en todo momento en alerta cerca a Yan Da, cualquier cosa que pase, deben defenderla con su vida, les dijo el rey empezando a salir de la habitación.

Ambos hombres hicieron una reverencia ante el a su salida.

- Die Ge, porque no le dijiste toda la verdad que la princesa va algún día poseer los poderes de todas las tribus y está destinada a reinar por encima de ellas y que eso es lo que busca Li Ying Fang, le preguntó Ma Yue Han.

- Aún no es tiempo de que lo sepa, respondió Die Ge.

- Bueno espero que no estés equivocado, ahora vamos con la princesa. Le dijo Ma Yue Han empezando a querer salir de la habitación

- Ve yendo, tengo algunas cosas que pensar, te alcanzare antes de que la ceremonia empiece, contesto Die Ge.

- Hao, como quieras alma negra te veo allá, respondió Ma Yue Han abandonando la habitación.

Die Ge, espero unos minutos paseando por la habitación hasta ponerse al frente de los pilares del salón.

- Creo que sería bueno que salieras pequeño príncipe, ambos tenemos cosas que hacer como para seguir perdiendo el tiempo, le hablo a las columnas, no recibiendo ninguna respuesta.

- Hao, entonces quieres que sea por las malas, volvió a hablar Die Ge, lanzando su poder en contra de los pilares, haciendo aparecer a Shi el cual estaba en el suelo por la fuerza del poder usado.

Die Ge se puso de cuclillas para estar a su altura: - No te han dicho pequeño príncipe, que es de mala educación andar escuchando conversaciones privadas a escondidas, le hablo.

Shi levantó su cara mirándolo molesto: -¡Viejo no puedes ser un poco más suave!, me duele todo el cuerpo por ese ataque, respondió Shi parándose adolorido.

Die Ge sonrió ante su irrespetuoso saludo: -.Solo un príncipe tonto como tu, se atrevería a decirme "viejo" y no morir después de eso.

Shi bufo molestó: - Vamos viejo si tu y yo nos conocemos desde hace muchos años que tiene de malo que te diga así.

- Porque eres el único que sería capaz de llamar viejo a su "Shifu" contesto Die Ge, pero ahora no quiero hablar de tu falta de educación a tus mayores, quiero saber que piensas de lo que oíste hace algún momento.

- Yo pienso que debo ahora mismo pedirle la mano de Yan Da al rey Hou Yi, el por la situación y mi linaje no dejara pasar la oportunidad de mantener segura a su hija. Respondió Shi.

- ¿Y tu crees que ella aceptará de buen grado casarse contigo? Le pregunto Die Ge.

- ¿Por qué no?, ella y yo tuvimos sentimientos mutuos hace años, sentimientos que yo no he olvidado y que se que ella puede volver a sentir.

- Quizás tengas razón, pero en este momento ella no lo piensa así, está enamorada de Peng Peng y sería difícil hacerla cambiar de parecer, respondió Die Ge.

- Pues yo sigo sin entender porque demonios hiciste que ella me olvidará, si ella no me hubiera olvidado como debió ser ahora ella sería más cercana a mí y me sería más fácil llegar a ella, le dijo Shi rabiando.

- Eso es algo que no voy a discutir contigo pequeño príncipe, solo debes entender que todo lo que he hecho todos estos años es solo por ella y su felicidad, hasta el tenerte como discípulo fue por eso, sino nunca habría aceptado entrenarte, así que no te llenes la cabeza de ideas extrañas, si algún día tengo que ponerlos a ambos en una balanza por supuesto que ella pesará más que tu, le contesto Die Ge.

- Eso ya lo se viejo, no tienes porque decírmelo, contesto Shi empezando a caminar a la salida.

- Antes de que salgas, dime lo que harás, le pregunto Die Ge.

- Haré lo que te dije "Shifu", le pediré su mano al rey, no pienso ver que ese reflejo gane más terreno con ella, antes de que el le toque si quiera un dedo yo lo desapareceré de la faz de la tierra, ella es mía aunque no lo pueda recordar, eso es una verdad innegable, contesto Shi saliendo de la habitación.

"Cuento con que esa posesividad que sientes por mi princesa, nos ayude a que la puedas proteger de lo que se viene", pensó Die Ge abandonando la habitación para dirigirse hasta donde estaba Ma Yue Han